De origen gitano, Vicente Escudero fue una figura indiscutible del baile flamenco. Su carrera internacional le llevó a actuar, y triunfar, en París y Estados Unidos. Su éxito fue tal, que incluso Anna Pavlova, una enamorada de las danzas folclóricas del mundo, lo invitó a bailar con ella en 1931.
Vicente Escudero
Tras trabajar como obrero en talleres de artes gráficas, su vocación hizo que se introdujera de lleno en la danza tradicional flamenca, donde se había iniciado a la edad de diez años bailando por los cafés. En 1912 se marchó durante algún tiempo a París, donde tuvo oportunidad de entrar en contacto con los artistas de la época; inició luego una triunfal gira de recitales en los que tuvo como compañeras de baile a Antonia Merced y, sobre todo, a Carmita García.
Precisamente por su trabajo junto a esta última le fue concedido en 1920 el Premio del Concurso Internacional de Danza del Teatro Olimpia. Regresó luego a París para el estreno de El Amor Brujo (1925) de La Argentina, en el Trianon Lyrique. En el Teatro Novedades de Barcelona presentó su coreografía Bailes de Vanguardia (1930). Bailó con el Ballet de Anna Pavlova en 1931, y debutó en Estados Unidos un año más tarde
Junto a Carmita García, con los Ballets Ana de España, estrenó Estampa Romántica (1942) y La Galerna (1942), ambas en el Teatro Español de Madrid. En 1954 volvió a París. Escudero se retiró de los escenarios en 1961, aunque continuó vinculado al flamenco hasta su muerte. Su estilo se caracterizó por su sobriedad y la ausencia de amaneramientos y de elementos no tradicionales, aunque realizó geniales improvisaciones coreográficas de gran calidad estética. Es autor del libro Mi Baile, publicado en Estados Unidos en 1947
(s. V a.J.C.) Sacerdote judío. Escriba encargado de los asuntos judíos en la corte del rey de Persia, fue el fundador de la comunidad judía, a la que protegió mediante la ley y para la que hizo construir, con la ayuda de Nehemías, gobernador de Judá, el segundo templo de Jerusalén