Anatomista italiano. Estudió medicina en Ferrara, y más tarde se trasladó a Pisa (1548) y a la prestigiosa Universidad de Padua (1551), donde fue alumno de Andrea Vesalio y su sucesor en la cátedra de anatomía. Realizó innumerables disecciones de cadáveres humanos, y efectuó importantes hallazgos que publicó en la obra Observationes anatomicae (1561), uno de los tratados de anatomía más influyentes del siglo XVI.
Entre los objetos de su estudio destacaron la naturaleza de las inflamaciones y los tumores, siendo el primero en distinguir entre «benigno» y «maligno» al referirse a estos últimos. Estudió así mismo el sistema nervioso craneal y el sistema reproductor, ámbito este último en el que descubrió los conductos que unen el ovario y el útero (y que llevan desde entonces el nombre de trompas de Falopio), amén de acuñar los términos anatómicos modernos para la vagina, la placenta, el clítoris, el paladar, etcétera. También fue responsable de una descripción exhaustiva de las estructuras del oído interno.
Durante uno de sus numerosos viajes por Europa, llegó a sus oídos la hipótesis de que la sífilis había sido importada por Colón de sus viajes a las Indias Occidentales, donde la enfermedad tenía un carácter mucho menos virulento, lo que le llevó a apuntar en sus escritos la noción moderna de inmunidad biológica.
Secundó a Vesalio en sus críticas a los principios del anatomista griego Galeno, que habían estado vigentes durante casi dos mil años, con lo que jugó un papel fundamental en el desarrollo ulterior de la medicina renacentista, al centrar el objeto de estudio en la evidencia empírica más que en la mera asunción de principios y teorías heredados del pasado. Destacó también como botánico, hasta el punto de ejercer como director del Jardín Botánico de Padua. En el año 1584 se publicó una edición íntegra de sus obras médicas, impresa en Venecia
(Marsella, 1850-1911) Cardiólogo francés. Dedicó sus trabajos al estudio de los problemas cardiovasculares y describió en 1888 dos cardiopatías congénitas que recibieron su nombre (Trilogía y Tetralogía de Fallot)
La tetralogía de Fallot se caracteriza por la malformación congénita del corazón, debida a la estenosis de la arteria pulmonar (estrechamiento en la apertura de la arteria pulmonar), el defecto en la comunicación intraventricular, hipertrofia ventricular derecha y dextroposición de la aorta. Debido a la estenosis de la arteria pulmonar y a la dextroposición de la aorta, la sangre no se oxigena en los pulmones, lo que provoca cianosis (coloración de la piel azul, negruzca o lívida), una isquemia de los tejidos y una falta de desarrollo.
La consecuencia más frecuente de dicha enfermedad es la cianosis congénita o "enfermedad azul de los recién nacidos", aunque los avances en la cirugía cardiovascular permiten la total desaparición de dicha malformación entre los 5 y 7 años. Ésta se consigue mediante una reparación quirúrgica de tal defecto, en la que se extirpa la obstrucción de la vía del tubo de salida del ventrículo derecho y se abre el mismo. En los casos más graves, los descubrimientos de Blalock (1945) permiten derivar la sangre aórtica hacia los pulmones desde los primeros días, en espera de que el niño tenga la edad suficiente para ser intervenido
La trilogía de Fallot se debe a una malformación congénita del corazón caracterizada por la estenosis de la arteria pulmonar; hipertrofia del ventrículo derecho y existencia de un orificio en el tabique que separa los dos aurículas: comunicación interauricular