Índice Alfabético:    A | B | C | D | E | F | G | H | I | J | K | L | M | N | O | P | Q | R | S | T | U | V | W | X | Y | Z

Biografía de Wenceslao Fernández Flórez

La Coruña, 1879 - Madrid, 1964

Escritor español que cultivó en sus novelas, relatos y artículos periodísticos un humorismo cargado de crítica social. Se inició como periodista y obtuvo popularidad a través de una serie de crónicas parlamentarias tituladas Acotaciones de un oyente, que realizó para el diario madrileño ABC entre 1915 y 1934.

Sus primeras novelas se centran en la descripción de la vida provinciana gallega mediante un enfoque naturalista en el que no falta la nota melancólica. Entre ellas destacan La procesión de los días (1914) y Volvoreta (1917). Con Ha entrado un ladrón (1920) comienza a practicar un humorismo escéptico que será característico de creaciones posteriores como El secreto de Barba Azul (1923), Relato inmoral (1928), El malvado Carabel (1931) y El hombre que compró un automóvil (1932).

No obstante, su libro más ambicioso es Las siete columnas (1926), fantasía alegórica según cuya curiosa tesis el mundo sería atrapado por un mortal aburrimiento si no lo sostuvieran los siete pecados capitales, motores que impulsan las empresas humanas. En los años de gobierno republicano y durante la guerra civil española, el autor se decantó por la sátira política de inspiración conservadora, con títulos como Aventuras del caballero Rogelio de Amaral (1933), Los trabajos del detective Ring (1934) y Una isla en el mar Rojo (1939).

El gusto por una comicidad basada en la deformación de los hechos y orientada por una intención crítica es el rasgo más sobresaliente de Fernández Flórez, que abordó las ideas de progreso, liberalismo y democracia guiado por su visión pesimista del mundo. Después de la guerra publicó El bosque animado (1943), novela en la que recuperó los escenarios rurales de su Galicia natal.

También son notables los relatos de Las gafas del diablo (1918) y Visiones de neurastenia (1924), donde su humor corrosivo brilla concentrado en los límites de la narración breve. Aunque su escritura rechazó todo tipo de experimentación, la ironía mordaz de su estilo posee una gran frescura. Ante el tono y el espíritu de nuestro autor, se ha hablado, por comparación, de la humana cordialidad de Dickens y de la ironía escéptica de Anatole France.

Quizas tambien te interece: Humberto Fernández Morán

(Maracaibo, Venezuela, 1924 - Estocolmo, Suecia, 1999) Científico venezolano. Inventor de la cuchilla de diamante, fue pionero en técnicas de microscopía electrónica y decisivo en el proceso de modernización científica de su país, en el que fundó el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC)

Humberto Fernández realizó sus primeros estudios entre la capital zuliana, Curazao y Nueva York. En 1936 ingresó en el Colegio Alemán de Maracaibo y al año siguiente partió rumbo a Alemania, donde acabó el bachillerato en el liceo Schulgemeinde Wichersdorf de Sallfeld. Con apenas quince años inició sus estudios de medicina en la Universidad de Munich. A las veintiuno, seis días antes del desembarco de Normandía (1944), en un sótano y bajo un bajo bombardeo aéreo, se graduó en medicina con Summa cum laude.


Humberto Fernández Morán

Al año siguiente revalidó su título en la Universidad Central de Venezuela y trabajó en el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo, aunque no por mucho tiempo, porque viajó a Estados Unidos para especializarse en neurología y neuropatología en la Universidad George Washington de Washington D.C. De allí se trasladó, en 1947, a Estocolmo, y trabajó en el Hospital Serafimer con el neurocirujano Herbert Olivecrona. Comenzó también sus investigaciones en microscopía electrónica en los laboratorios del Instituto Nobel de Física, invitado por el profesor Manne Siegbahn (Premio Nobel de Física 1924) y también en el Instituto de Investigaciones Celulares y Genética del Instituto Karolinska.

Durante este período en Suecia inventó la cuchilla de diamante para la ultramicrotomía (seccionado ultrafino de materiales biológicos y metálicos que permitió observar estructuras subcelulares) y desarrolló el concepto de la crioultramicrotomía (utilizando bajas temperaturas), que más tarde lo llevaría a inventar el criomicroscopio electrónico. Logró así observar a nivel casi atómico la estructura de complejos sistemas biológicos (o inanimados) en estado hidratado y a muy bajas temperaturas, lo cual hasta ese entonces se consideraba improbable. En su trabajo La cuchilla de diamante para seccionado ultrafino, publicado en 1953, Fernández Morán firmaba como investigador del Instituto Karolinska de Estocolmo y del Departamento de Biofísica de la Universidad Central de Venezuela, de cuya cátedra fue fundador en 1951. En Estocolmo contrajo matrimonio con la sueca Anna Browallius, con quien tendría dos hijas. En 1954 volvió a Venezuela

Ese mismo año, con ayuda del entonces ministro de Sanidad Pedro Gutiérrez Alfaro, Fernández Morán se dedicó a desarrollar el proyecto de un centro para la formación y la investigación neurológica y cerebral. En 1958 se le pidió a Fernández Morán que aceptara el cargo de ministro de Educación, el cual ejerció por diez días, hasta el 23 de enero, día de la caída del dictador Pérez Jiménez.

Esa breve relación con el poder lo perseguiría implacablemente y serviría como excusa para desacreditar cualquiera de sus logros como científico; eventualmente lo forzaría, a mediados de 1958, a tomar la ruta del exilio voluntario. Entregó la dirección del recién fundado IVNIC (Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales) al doctor Marcel Roche y al año siguiente el instituto fue ampliado a otras áreas de investigación, pasando a llamarse Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Incansable, Fernández Morán se instaló a partir de 1958 en Estados Unidos y organizó los Mixter Laboratories for Electron Microscopy del Massachusetts General Hospital de Boston; colaboró además con el Massachusetts Institute of Technology (MIT). En 1962 aceptó el puesto de Profesor de Biofísica en la Universidad de Chicago; en 1967 obtuvo la silla profesoral Pritzker de la División de Ciencias Biológicas de la Escuela de Medicina de dicha universidad y fue reconocido con el premio John Scott por la cuchilla de diamante, un premio antes otorgado, entre otros, a Jonas Salk (vacuna antipoliomielítica), Marie Curie (el Radio y sus propiedades), Thomas Edison (lámpara incandescente) y Alexander Fleming (penicilina). En paralelo a su trabajo como docente, Fernández Morán prosiguió sus investigaciones y continuó trabajando en el desarrollo de la criomicroscopía electrónica. En 1985 volvió a Estocolmo; allí permanecería ya hasta su muerte, el 17 de marzo de 1999

La postura política de los ciudadanos de numerosos países, a lo largo de la historia y hasta nuestros días, se ha percibido erróneamente más en su relación con los líderes que en su compromiso con las verdaderas instituciones nacionales. Al igual que el Bachiller Rangel fue identificado con el general Juan Vicente Gómez, Humberto Fernández Morán fue una de las víctimas de este pensamiento inmaduro, de la leyenda negra en la que pagan justos por pecadores, al identificársele con el régimen de Pérez Jiménez, quien lo apoyó en la creación del IVNIC (actual IVIC), institución emblemática y ejemplar que ha logrado sobrevivir a dictadores, partidos y crisis

Otras Biografías Relacionadas


Biografía de Darío Fernández Flórez
Biografía de Kai Manne Siegbahn
Biografía de Victor Franz Hess
Biografía de Cayo Lelio
Biografía de Ulf Svante Von Euler-Chelpin




































Publicidad

Red NetSaber

   - NetSaber.com
   - Frases y Citas