Actor de cine francés. Nació en el seno de una familia vocacionalmente dedicada el mundo del espectáculo. Su padre le introdujo en el mundo del café-concierto. Muy niño realizó sus primeras actuaciones, y con 13 años hizo su debut profesional recorriendo el país con algunas compañías. Con 25 años fue descubierto por Marc Allégret para el cine, e interpretó un papel en dos cortometrajes, La meilleure boboni y J’ai quelque chose à vous dire (ambos en 1930)
A partir de este momento, y sin dejar de lado el teatro, en el que llegó a realizar varias giras importantes, comenzó una trayectoria cinematográfica muy intensa, interviniendo sin descanso en cortos y largometrajes de directores tan diversos como Jean Renoir (La purga del bebé, 1931), Anatole LitvakK (Corazón de lilas, 1931) o Julien Duvivier (Carnet de baile, 1937) y colaborando con actores como Raimu, Jean Gabin y Michel Simon, entre otros
Comenzó a superar el nivel medio de sus trabajos cuando el escritor y director Marcel Pagnol le llamó para intervenir en películas como Angéle (1934), Régain (1937), ambas adaptaciones de obras de Jean Giono, y Tempestad de almas (1941), un importante éxito en su carrera, en las que dio cuerpo a algunos de los personajes más sencillos y humanos (aunque se trató de papeles serios), que fueron los que comenzaron a popularizar el rostro de Fernandel, no muy favorecido pero amable. En este momento el propio actor decidió dirigir algunas películas, como Simplet (1942) y Adrien (1943), de irregular resultado
Su capacidad para hacer reír trascendió de su sola presencia en pantalla, y mostró su genio interpretativo en los momentos y circunstancias más simples, de las que emanaron el calor y el sentimiento que las personas de gran corazón encierran. Su popularidad (un mito para el cine francés) alcanzó cotas inimaginables cuando interpretó al sacerdote en la serie de películas sobre Don Camilo, el personaje surgido de la novela de Giovanni Guareschi, y dirigidas por Julien Duvivier (Don Camilo, 1951; Le retour de Don Camillo, 1953), con quien trabajó en otras películas, Camine Gallone (Don Camillo e l’onorevole Peppone, 1955; Don Camillo monsignore ma non troppo, 1961) y Luigi Comencini (El camarada Don Camilo, 1965)
(Llamado el Grao Vasco; Viseu, c. 1480- id., c. 1543) Pintor portugués. Se le atribuyen los fragmentos del retablo de Lamego (1506-1511), una Piedad (1525) y un Pentecostés (1535)