Navegante portugués. Sexto hijo del rey Juan I el Grande. Tomó parte en la fracasada expedición que su hermano Enrique el Navegante dirigió contra Tánger (1437). Fue entregado en calidad de rehén al rey de Fez, quien ante la imposibilidad de conseguir la rendición de Ceuta, lo sometió a esclavitud hasta su muerte
(Sigmaringe, 1865 - Sinaia, 1927) Rey de Rumania (1914-1927). Fernando I de Rumanía era hijo del príncipe Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, cuyo nombramiento para el trono español precipitó la guerra franco-prusiana de 1870, y de Antonia de Portugal. Realizó sus estudios superiores en las Universidades de Tubinga y Leipzig. A causa de la renuncia de su hermano mayor al trono de Rumanía, fue proclamado heredero en 1889 por su tío el rey Karol I, siendo el nombramiento aceptado por ambas Cámaras. Entró en Bucarest como heredero el 1 de mayo, y también en 1889 fue nombrado general de división, además de inspector de caballería y comandante del Segundo Cuerpo del ejército de Rumanía. Participó también en el Senado
El 10 de enero de 1893 se casó con María de Save-Coburg y Gotha, con quién tuvo seis hijos. Su primer hijo y sucesor, Karol II, nacido el 15 de octubre de 1893, fue bautizado según el rito griego-católico. De este modo, la dinastía quedó fuertemente consolidada y tomó desde ese momento una posición predominante sobre los partidos. Ante el comienzo de la Primera Guerra Mundial, Rumanía se apresuró a declarar su neutralidad el 4 de agosto, y al principio la mantuvo estrictamente. El fallecimiento del rey Carol en Sinaia el 10 de octubre de 1914 provocó la subida al poder del príncipe heredero, Fernando I, que fue coronado el 11 de octubre
A pesar de ser un miembro de la dinastía alemana Hohenzollern, Fernando I terminó rompiendo los tratados firmados por su antecesor con las potencias centrales y en 1916, el 16 de agosto, firmó un tratado secreto con los aliados por el cual se comprometía a romper toda relación económica con Alemania, a declarar la guerra y a comenzar una ofensiva en breves días. El rey convocó el 27 de agosto un Consejo de ministros que decidió la participación en la guerra, una decisión que fue nefasta para Rumanía.
En enero de 1917 todo el país, exceptuando la Moldavia Septentrional, estaba en manos de los alemanes. El ejército perdió casi 300.000 soldados entre fallecidos, heridos y desaparecidos, las epidemias se cebaron en la población civil y en los prisioneros de guerra. La unión con los aliados se rompió y a pesar de las promesas de Wilson y Lloyd George, Rumanía no pudo recibir de ellos ninguna ayuda. El Gobierno se rindió y el 9 de diciembre de 1917 se firmó el armisticio de Focsani con los Imperios Centrales. En 1918, Transilvania se unió a Rumanía, y durante el año siguiente estuvo en continuo estado de guerra con Rusia y con Hungría, por entonces dominada por los bolcheviques.