Jurista y erudito español. Fue catedrático y vicecanciller de la Universidad de Cervera, donde destacó al frente del grupo de estudiosos reformistas. Es autor de In Hermogeniani iurisconsulti (1747), Exercitationes Academiae y Paelectiones Cervariensis (1752), obras que representaron una importante aportación al derecho civil y público de su época. Estudió a fondo el derecho catalán en Iuris catalauni elemento y De historia iuris catalauni.
(Buenos Aires, 1908 - París, 1996) Pintora argentina. Pasó la mayor parte de su vida en París, donde entró en contacto con el círculo de artistas surrealistas, del cual formó parte. Junto con otras pintoras, como Leonora Carrington, Dorothea Tanning, Kay Sage o Eileen Agar, Leonora Fini fue una de las más destacadas figuras femeninas del movimiento surrealista. La particular visión de Fini del universo surrealista se concreta en ricos lienzos donde interpretaciones de un figurativismo daliniano nos aproximan a los ricos mundos oníricos de Delvoix o de Chirico
Fue una artista autodidacta que creció a la sombra de la rica biblioteca de su tío, en la que descubrió a Aubrey Beardsley, Gustav Klimt y el universo de los prerrafaelistas. Estas lecturas, junto con sus visitas a los museos, forjaron su gusto por los espacios con referencias ensoñadoras que tan bien encajaron en el movimiento surrealista. Tras sus primeros años en Trieste, Leonora se trasladó a París en 1933, cuando ésta era la capital mundial de la cultura. A comienzos de su estancia en la ciudad del Sena, Leonora Fini entabló amistad con artistas tan representativos del Surrealismo como el poeta Paul Eluard o los pintores Max Ernst, René Magritte o Víctor Brauner. Esto sirvió para que en 1935 realizase su primera exposición individual.
A pesar de ello, el distanciamiento de Leonora del movimiento surrealista fue cada vez mayor, debido a la actitud intolerante de su máximo mentor, André Bretón, lo que le permitió participar por un lado de los postulados estéticos del movimiento, pero a la vez conservar su independencia, tanto a nivel plástico como técnico. Así, en la obra de Fini se encuentra poco del "automatismo psíquico", que fue la piedra angular del movimiento surrealista; muy al contrario, su independencia le permitió refugiarse en un estilo figurativo con un fuerte componente onírico.
Entre sus obras más relevantes podemos citar El gato Monou (1943), que es casi un manifiesto de su actitud pictórica. Otras muestras de su obra abarcan desde la ilustración de libros (con la obra de Ibsen, Casa de Muñecas), hasta el terreno de la escenografía, que simultaneó con la pintura hasta el final de sus días. Entre otros, destacaron sus proyectos para el Satiricón de Fellini o Las criadas de Jean Genet. No sólo se limitó a la decoración de las representaciones, sino que también diseñó otro tipo de elementos que abarcan desde la confección del atrezzo hasta la del vestuario, mascaras y otros elementos