Administrador francés. Superintendente de Finanzas (1653-1659), presidió una de las administraciones más corruptas del s. XVII francés. Tras un proceso muy complejo (1661), en el que era acusado de malversación, fue condenado a cadena perpetua y le fueron confiscados todos sus bienes. Protegió a numerosos artistas y literatos, entre los que se encontraban Corneille y La Fontaine
(Tours, Francia, h. 1420-id., h. 1481) Pintor y miniaturista francés. No existen datos precisos sobre su actividad hasta 1443, fecha en que está documentada su presencia en Roma. Permaneció en esta ciudad hasta 1447 y pintó un retrato del papa Eugenio IV, hoy desaparecido.
A su regreso a Francia empezó una carrera meteórica como pintor de corte, que culminó en 1475 con su nombramiento como pintor real. Al servicio de su primer mecenas en la corte francesa, el noble Étienne Chevalier, realizó algunas de sus mejores creaciones, donde los mayores logros de la pintura gótica se unen a los ensayos de perspectiva aprendidos en Italia.
Estos rasgos se advierten en el retrato de Étienne Chevalier con San Esteban, unido inicialmente en un díptico a la Virgen con el Niño del Museo de Amberes, su obra más famosa; las figuras, definidas con un dibujo delicado y preciso, adquieren formas volumétricas gracias a un peculiar empleo de la perspectiva, orientado a resaltar las formas.
Más productivo que su obra pictórica fue su trabajo como miniaturista, desde el Libro de las horas de Étienne Chevalier hasta las Antigüedades judías y la Gran Crónica de Francia. Impresiona en estas obras la gran variedad de soluciones, tanto en la representación de interiores, en los que no faltan las arquitecturas vistas en Italia, como de exteriores, con esplendorosos paisajes. El descriptivismo y una minuciosidad en los detalles inspirada en la pintura flamenca enriquecen unas escenas con abundantes personajes que se van simplificando con el tiempo en aras de una mayor claridad narrativa. Cronista figurativo de la Francia de su tiempo, Fouquet fue también el mejor pintor del siglo XV en su país, en vísperas de la llegada del Renacimiento