Duque de Módena y Reggio (1846-1859). Hijo del duque Francisco IV, en 1848 se vio obligado a abandonar los ducados, que fueron anexionados al Piamonte, pero fue restaurado por los austríacos poco tiempo después. Expulsado en 1859, sus estados fueron incorporados al reino de Italia
(Lieja, Bélgica, 1822-París, 1890) Compositor, organista y pedagogo belga, naturalizado francés. Ocupa un lugar privilegiado en la historia de la música francesa no sólo por el valor incuestionable de su producción, sino, sobre todo, por su decisiva influencia en toda una generación de compositores. Profesor de órgano en el Conservatorio de París desde 1872, tuvo como alumnos a los músicos que constituyeron el núcleo de la moderna escuela instrumental francesa, entre ellos Vincent d’Indy, Ernest Chausson, Henri Duparc y Louis Vierne.
Niño prodigio, Franck se había dado a conocer a edad temprana en su Bélgica natal como organista y pianista. Alumno del Conservatorio de París desde 1837, en esta institución descubrió la música de J. S. Bach, cuya impronta iba a ser determinante en su obra posterior. Establecido en la capital gala de manera definitiva desde 1843, en 1858 fue nombrado organista de la iglesia de Santa Clotilde, cargo en el que permaneció hasta su muerte.
Aunque reconocido como uno de los más destacados intérpretes de órgano de su tiempo, su aceptación como compositor fue tardía: si su primera obra importante, el oratorio Ruth, data de 1845, no fue hasta la década de 1870 cuando empezó a ser valorado, no sin polémica, como algo más que un organista que también componía. Los oratorios Redención (1875) y Las beatitudes (1879), los poemas sinfónicos El cazador maldito (1883) y Les Djinns (1885), la Sonata para violín y piano (1886) y la Sinfonía en re menor (1889) son algunas de las composiciones más destacadas de su no muy extenso catálogo.
En todas ellas, Franck hace gala de un lenguaje armónico de acentuado cromatismo que, aunque remite a Wagner y Liszt, tiene su verdadero origen en Bach, al igual que su cultivo del contrapunto. Otro elemento que debe destacarse es el respeto a las formas heredadas de la tradición y la introducción de la forma cíclica, por la que la repetición de uno o varios temas a lo largo de toda la partitura asegura su unidad