Periodista y narrador argentino que dio amplitud a la literatura costumbrista, tanto en las descripciones rurales como en los cuadros urbanos, y en agudas viñetas reflejó el habla popular porteña de principios del siglo XX, como testigo de los efectos de la modernización y el crecimiento demográfico.
Estudió en el prestigioso Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, donde inició su actividad periodística. A los veintiún años se trasladó a Buenos Aires; colaboró con El Nacional, La Pampa, La Patria Argentina, La Nación y La Razón, pero no tuvo éxito con la edición de la revista humorística Fray Gerundio de la que fue fundador. Su primera obra fue Esmeraldas, cuentos mundanos (1885).
El cargo de funcionario y cronista policial le permitió observar los tipos del hampa porteña, que trasladó a numerosas narraciones: Galería de ladrones de la Capital (1880-1887) y Vida de los ladrones célebres y sus maneras de robar (1887). En su única novela, Memorias de un vigilante (1897), elogió la institución policial. Publicó las descripciones regionalistas Un viaje al país de los matreros (1897) y En el mar austral; Croquis fueguinos (1898), fue escrita sin conocimiento directo de la región.
En 1898 fundó la revista Caras y Caretas, que dirigió durante los cinco años siguientes y en la cual popularizó sus semblanzas festivas, firmadas con el seudónimo de Fray Mocho. La publicación tuvo enorme popularidad en Argentina durante las primeras décadas del siglo XX. Álvarez usó también otros apodos, como Nemesio Machuca o Fabio Carrizo.
Estas producciones fueron compiladas póstumamente en Cuentos de Fray Mocho (1906), que se reeditaron en muchas ocasiones, y Fray Mocho desconocido (1979), que reúne la totalidad de los cuentos y las viñetas aparecidos en la revista. En las variaciones del lenguaje coloquial y las formas de conducta de los personajes, Álvarez supo captar el carácter ridículo de ciertas convenciones sociales
(Glasgow, 1854 - Cambridge, 1941) Antropólogo escocés. Hijo de un pastor presbiteriano escocés, cursó estudios clásicos en la universidad de su ciudad natal y en la de Cambridge. Luego se inclinó a la Etnología, la Antropología y el Folklore, publicando en 1887 un primer libro, Totemism (posteriormente ampliado en la importante obra Totemism and Exogamy, 1910), al que sigue en 1890 La rama de oro. Tal obra le proporciona honores y cargos. Y así, en 1907 se le confiaba la cátedra de Antropología social de la Universidad de Liverpool, en 1914 le es concedido el título de Sir, en 1920 es elegido miembro de la Royal Society y en 1925 se le otorga la Orden del Mérito. En 1896 se había casado con la escritora Lilly Grove.
Frazer es, indudablemente, el mejor etnólogo que jamás haya tenido Inglaterra. Sus miras, sin embargo, no quedaron limitadas únicamente al campo de la Etnología, antes bien, se adentraron asimismo en la historia de las religiones, la de las tradiciones populares y la Filología clásica. Prodigiosamente activo, pudo contar con la valiosa colaboración de su mujer, que le sobrevivió sólo algunas horas.
El libro más popular de Frazer, traducido a casi todas las lenguas, es La rama de oro, que, aparecido originariamente en dos tomos, abarcó doce en la edición definitiva. En tal obra, en la que a través de cotejos y paralelismos de gran eficacia, se investigan las costumbres, las creencias y las supersticiones de las antiguas culturas clásicas, de los pueblos primitivos y de los ambientes vulgares de los países civilizados, el autor distingue netamente (lo cual resulta un gran mérito suyo) entre la magia y la religión; sin embargo, a impulsos de las corrientes evolucionistas coetáneas, sostiene la prioridad de aquélla respecto de ésta, criterio falso, por cuanto la religión y la magia son formas del espíritu paralelas en el tiempo.
Sin embargo, y a pesar de los posibles defectos de planteamiento, La rama de oro no deja de ser un gran libro que provoca intensas sugestiones, como lo demuestra ya por si solo el influjo que ha ejercido en la Etnología, en el Folklore e incluso en ámbitos diversos, como la literatura y la poesía, entre otros; un gran poeta, T. S. Eliot, señala la profunda influencia de The Golden Bough, opinión compartida por Thomas Mann.
Tras La rama de oro, Frazer publicó una serie de títulos en los que fue revelando cada vez más sus grandes dotes de organizador y científico. Sigue siendo todavía fundamental su obra Totemism and Exogamy, en cuatro volúmenes, publicada en 1910 y en la que el totemismo aparece examinado, a través de su compleja formación, corno fenómeno que deja un sello propio en la organización social de los países donde se produce. Se limita al estudio de los pueblos primitivos en The Belief in Immortality and the Worship of Dead (1913), Myths of the Origin of Fire (1930) y The Fear of Dead in Primitive Religion (1933).
Al método predilecto de La rama de oro están vinculados los tomos Folklore in the Old Testament (1918) y los comentarios dedicados a la Periégesis de Grecia, de Pausanias (1898), y a los Fastos, de Ovidio (1929). También en tales obras, en las que se relacionan las instituciones de las culturas clásicas con las de los pueblos primitivos y éstas con las tradiciones populares, estudia nuestro autor los más sutiles problemas de la historia de la humanidad y crea una densa red de intereses culturales; por ello, sus teorías, aunque puedan juzgarse completamente trasnochadas, continúan irradiando las ideas que las informan. Cabe recordar, por último, que Frazer posee el gran mérito de ser un escritor eficaz, límpido, elegante y emotivamente poético