Escritora alemana de literatura infantil y juvenil. Autora de ventas millonarias en todo el mundo, con frecuencia se la ha comparado con la escritora británica J. K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter.
Cornelia Funke llegó tardíamente al mundo de la literatura infantil y juvenil. Estudió en la Escuela de Diseño de Hamburgo y desarrolló su actividad profesional en los ámbitos de la pedagogía y la ilustración gráfica. Después de trabajar como educadora infantil y social, su afición por el dibujo la llevó, a los veintiocho años, a realizar las primeras ilustraciones para libros destinados al público más joven. En palabras de la propia autora, el aburrimiento que le provocaban los textos de las historias a las que tenía que dar vida en forma de ilustraciones la animó a escribir sus propios relatos. Fue así como, a los treinta y cinco años, vivió su bautismo como escritora.
Cornelia Funke
Funke ha tenido siempre una desbordante imaginación (desde pequeña soñó con ser astronauta, piloto e incluso mujer de un jefe indio, según ha explicado ella misma en numerosas entrevistas), pero lo que siempre la ha obsesionado ha sido la idea de poder dedicarse profesionalmente a aquello que realmente la hiciera feliz. Esa imaginación y esa obsesión culminarían en la Funke contadora de historias
La experiencia como ilustradora le resultó de gran utilidad en el inicio de su andadura literaria, ya que las historias que imaginaba se complementaban a la perfección con los dibujos que creaba, lo que dotaba de mayor fuerza a sus libros. La habilidad para describir paisajes, ambientes y personajes a través de las ilustraciones, y una narrativa que mezcla con sabiduría realidad y ficción y donde la fantasía y la magia ocupan un lugar predominante, la hicieron conectar fácilmente con el público juvenil. Funke ha defendido siempre que la literatura para jóvenes no está reñida con los grandes tomos de muchas páginas ni con los personajes oscuros ni las tramas complicadas, aderezadas con nombres y palabras difíciles
El éxito de sus novelas demostraba la madurez de los lectores más jóvenes, que en los últimos años habían convertido la literatura juvenil en un fenómeno de ventas, una tendencia en la que habían tenido mucho que ver las sagas El señor de los anillos y sobre todo Harry Potter, esta última de la escritora británica J. K. Rowling, con la que, casi inevitablemente, se la suele comparar; no en vano, a menudo se la conocía con el apodo de la Rowling alemana. “Admiro lo que ha hecho por el libro y la lectura, y me honra que me comparen con ella”, sostuvo la autora cuando se le preguntó al respecto durante la presentación de la edición en español de Mundo de tinta en la Feria del Libro de Madrid (junio de 2008), donde su presencia suscitó gran expectación: no paró de firmar ejemplares
Si bien la autora ya gozaba de gran popularidad en su país, el primer éxito internacional le llegaría a raíz de la publicación, en el año 2000, de la novela de aventuras e intrigas El señor de los ladrones, protagonizada por Próspero y Bonifacio y ambientada en Venecia. A este primer superventas le seguiría el de la trilogía Mundo de tinta, formada por las novelas Corazón de tinta (2003), de la que se venderían más de 4,5 millones de ejemplares en todo el mundo, Sangre de tinta (2005) y Muerte de tinta (2007). Esta trilogía la consolidaría como fenómeno editorial y la convertiría, a la postre, en una de las 100 personas más influyentes del mundo, según la revista Time.
Como en el caso de Rowling y su exitosa saga, la trilogía de Funke también sería llevada al cine. En 2008 se estrenó Corazón de tinta, la primera entrega. La escritora alemana se implicó totalmente en la versión para la gran pantalla, hasta el punto de escoger la productora (Newline Cinema, responsable de las películas de El señor de los anillos) y de decidir que el papel protagonista lo encarnara el actor Brendan Fraser, al ajustarse a las características del personaje creado por su imaginación. La película, estrenada a finales de 2008 en Reino Unido y Alemania, contaba también en el reparto con la oscarizada actriz Helen Mirren
Además de esta trilogía, la obra de Funke cuenta con numerosos éxitos comerciales, como en el caso de El jinete del dragón, o el ya citado El señor de los ladrones. Muy conocidas son también sus series protagonizadas por Hugo (2002-2003) o por las “gallinas locas” (2005-2007), además de títulos como Cuando Papá Noel cayó del cielo, Igrain la valiente, ¡Apártate de Mississippi!, No hay galletas para los duendes, Dos brujitas salvajes, El capitán Barbaspín y su cuadrilla o Potilla y el ladrón de gorros. En total, la bibliografía de Funke comprende una cuarentena de libros, que han sido traducidos a más de treinta idiomas. Sus obras han recibido numerosos premios, sobre todo en Alemania (Corazón de tinta fue galardonado en 2004 como el mejor libro de literatura juvenil) y en Estados Unidos, donde la autora goza de un gran reconocimiento.
Fotogramas de Corazón de tinta (2008),
basada en la obra de Funke
Admiradora de Charles Dickens y de Mark Twain, la escritora alemana no aseguró haber cerrado la trilogía que finalizaba con la publicación de Muerte de tinta, y dejó en 2008 la puerta abierta a una cuarta entrega que estaría protagonizada por Orfeo, uno de los personajes malvados de la misma. Pero antes debería finalizar cuatro libros que tenía en espera, uno de ellos sobre una historia de fantasmas en Inglaterra y otro provisionalmente titulado Atrevido, que la autora definía como una novela de fantasía al estilo de los cuentos de los Hermanos Grimm.
La obra de Funke ha sido llevada al cine y al teatro en diversas ocasiones. Además del estreno de Corazón de tinta en 2008, en 2009 llegó también a las pantallas Die Wilden Hühner und das Leben, tercera entrega cinematográfica de la serie protagonizada por la pandilla de las “gallinas locas”. El cine alemán también fue responsable de los títulos Die Wilden Hühner (2006), El príncipe de los ladrones (2006), adaptación cinematográfica de El señor de los ladrones, Hände weg von Mississippi (2007) y Die Wilden Hühner und die Liebe (2007). Por último, El jinete del dragón tuvo una versión teatral. En el ámbito personal, Funke abandonó Alemania (vivía cerca de Hamburgo) en 2005 y fijó su residencia en Los Ángeles, California, junto a sus dos hijos, Ben y Anna, que le han servido de inspiración para alguno de sus personajes, y su marido, Rolf, que moriría de cáncer en 2006
(París, 1619- id., 1688) Escritor francés. Sus primeros libros, entre los que destaca la sátira del Viaje de Mercurio (1659), le abrieron las puertas de la Academia francesa (1662). En 1666 publicó la más importante de sus obras, La novela burguesa