Eugen Goldstein nació en 1850 en Gleiwitz la Alta Silesia, ahora conocido como Gliwice, Polonia. Estudió en Breslau, y más tarde, en virtud de Helmholtz, en Berlín. Goldstein, trabajó en el Observatorio de Berlín desde 1878 hasta 1890, pero pasó la mayor parte de su carrera en el Observatorio de Potsdam, donde se convirtió en jefe de la sección de astrofísica en 1927. Murió en 1930 y fue enterrado en el cementerio de Weissensee en Berlín.
Fue profesor de la Universidad de Berlín. Se dedicó a investigar las descargas en los gases enrarecidos. Oponiéndose a Crookes, creyó que los rayos catódicos eran, a semejanza de la luz, de naturaleza ondulatoria.
En 1886 observó por primera vez a los protones desde los rayos catodicos.
Los planteamientos de Goldstein fueron los que le dieron la posibilidad a Thomson para que los recogiera y formulara el modelo atómico de Thomson.
Fue enterrado en el Weißensee Cemetery.
También trabajó como abogado de Inmigración Judía.
A mediados del siglo XIX, Julius Plücker investigó la luz emitida en los tubos de descarga y la influencia de campos magnéticos en el resplandor. Más tarde, en 1869, Johann Wilhelm Hittorf estudiado tubos de descarga de rayos de energía que se extiende desde un electrodo negativo, el cátodo. Estos rayos de fluorescencia producida cuando golpean las paredes de vidrio de un tubo, y cuando es interrumpido por un objeto sólido que arrojan una sombra.
En la década de 1870 Goldstein había realizado sus propias investigaciones de los tubos de descarga, y nombró a las emisiones de luz estudiados por otros kathodenstrahlen, o los rayos catódicos. En 1886, descubrió que los tubos de descarga de cátodo perforado también emiten una luz al final del cátodo. Goldstein llegó a la conclusión que, además de los rayos catódicos ya conocida, posteriormente reconocido como electrones que se mueven desde el cátodo con carga negativa hacia el ánodo cargado positivamente, hay otro rayo que viaja en la dirección opuesta.
Debido a que estos últimos rayos pasa a través de los agujeros, o canales, en el cátodo, Goldstein llamó kanalstrahlen, o los rayos del canal. Están compuestos de iones positivos, cuya identidad depende de la de gas residual en el interior del tubo. Fue otro de los estudiantes de Helmholtz, Wilhelm Wien, que más tarde llevó a cabo extensos estudios de los rayos del canal, y en el tiempo esta obra se convertiría en parte de la base de la espectrometría de masas.
El rayo de ánodo con la menor relación E / m proviene del gas hidrógeno , y está hecho de iones H +. En otras palabras, este rayo es de protones. Trabajo de Goldstein con los rayos de ánodo de H + fue aparentemente la primera observación de que el protón, aunque estrictamente hablando se podría argumentar que era Wien, que mide la relación E / m del protón y tiene el mérito de su descubrimiento.
Goldstein también se utilizan tubos de descarga para investigar cometas. Un objeto, como una pequeña bola de cristal o de hierro, colocados en el camino de los rayos catódicos produce emisiones secundarias a los lados, hacia el exterior en la quema de una manera que recuerda la cola de un cometa. Véase el trabajo de Hedenus para las fotos e información adicional.fue un buen trabajo pero se le acredita a rutherford el descubrimiento del proton.
(Sumter, 1940) Médico estadounidense galardonado con el premio Nobel de Fisiología y Medicina, que compartió con Michael S. Brown por sus estudios sobre el metabolismo del colesterol en el ser humano, y especialmente, por el descubrimiento de receptores celulares relacionados con el colesterol
Goldstein recibió sus primeros años de educación en escuelas de la ciudad de Kingstree y se licenció en Químicas, summa cum laude, en 1962 por la Universidad de Washington and Lee en Lexington, Virginia. Se doctoró en Medicina por la Universidad de Dallas en 1966 y trabajó en el departamento de Genética Molecular de la Universidad de Texas. Desde ese mismo año y hasta 1968 trabajó en el Hospital General de Massachusetts, donde conoció a Michael Brown, con el que posteriormente establecería una colaboración científica muy estrecha.
Desde 1968 hasta 1972 realizó estudios en el Instituto Nacional de la Salud, concretamente en el Laboratorio del también Premio Nobel Marshall W. Nirenberg, y estuvo también asociado, como clínico, al Instituto Nacional de Corazón. En el Laboratorio de Nirenberg Goldstein realizó una importante investigación básica, referente al aislamiento y purificación de proteínas, y a los mecanismos de acción de proteínas básicas y necesarias para la síntesis de otras.
En el Instituto Nacional del Corazón tuvo la oportunidad de contactar, a través del doctor Fredrickson, con pacientes que padecían el síndrome de hipercolesterolemia homocigótica familiar, y aquí surgió un interés común de Barrow y Goldstein por el estudio de los lípidos y las causas de la hipercolesterolemia, interés que más tarde les llevaría a estudiar juntos la regulación genética del metabolismo del colesterol.
Durante dos años, Goldstein estudió en la Universidad de Washintong, Seattle, los aspectos géneticos de varios trastornos hereditarios asociados al colesterol que hacían más frecuente la posibilidad de un ataque cardíaco, y descubrió la existencia de genes heredados de forma heterocigótica y asociados a estos procesos, que conducían a la existencia de hipercolesterolemia familiar
Con estos estudios como base, Goldstein volvió a la Universidad de Texas para trabajar en el Centro para las Ciencias de la Salud de Dallas, donde fue profesor del Departamento de Medicina Interna y jefe de la División Genética Médica, y posteriormente profesor titular de dicho departamento. Además, posteriormente en 1977, presidió el Departamento de Genética Molecular de la misma universidad.
Pero la tarea más importante que emprendió aquí fue la relevante investigación, junto a su colega Michael Brown, sobre los procesos que afectaban a la acumulación del colesterol en la sangre, y en el transcurso descubrieron las lipoproteínas de baja densidad (LDL), que son las que se asocian directamente con el riesgo de enfermedad cardiovascular, y la existencia de unos receptores celulares que permiten a las células atrapar dichas lipoproteínas y retirarlas de la circulación sanguínea. De tal manera que la ausencia (por causa genética) de estos receptores de LDL es la causa de la hipercolesterolemia familiar, y sus efectos patológicos son la arteriosclerosis y la enfermedad coronaria.
La constatación de estos receptores celulares en la regulación de los niveles de colesterol sanguíneo abrió el camino para la síntesis de medicamentos, como la colestiramina, que inducían la formación de dichos receptores, y se potenció mucho la importancia de la dieta para reducir los niveles de colesterol. Por estas investigaciones Doldstein y Brawn consiguieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1985. En este mismo año, Doldstein pasó a formar parte del la junta directiva de la Universidad de Texas