Político y periodista colombiano. Caudillo conservador, fue una de las figuras más polémicas de la historia colombiana, conocido con los apodos de "Hombre Tempestad", "El Monstruo" y "El Basilisco". Ferviente seguidor de la escuela neotomista, se graduó como ingeniero civil en 1909 y fundó el diario La Unidad, de tendencia católica y conservadora.
Laureano Gómez
Inició su vida política en 1911, como diputado a la Asamblea de Cundinamarca y representante a la Cámara. En 1916 contrajo matrimonio con María Hurtado Cajiao, con quien tuvo cinco hijos. Fue senador, ministro y diplomático, aunque en algún período se dedicó al ejercicio de la ingeniería. Convertido gracias a sus espectaculares dotes oratorias en el gran fiscal de la nación, encabezó demoledoras campañas que le acarrearon enorme popularidad; actuó como ministro de Obras Públicas entre 1925 y 1926 y como ministro plenipotenciario en Alemania.
Allí, observando el paulatino ascenso de Hitler, redondeó sus teorías totalitarias, regresó a Colombia y enfiló sus baterías contra el presidente López Pumarejo sin escatimar difamaciones. Volvió a repetir los ataques a la segunda administración de este presidente, así como a la del sucesor, Mariano Ospina Pérez. En 1936 había fundado, junto a José de la Vega, el diario El Siglo.
Desde la presidencia de la República, a la que accedió en 1950, cuando el país vivía una situación de suma gravedad debido al imperio de la Violencia en los campos y en las ciudades, Gómez pretendió realizar su sueño: "la República perfecta", el estado corporativista basado en la restricción del sufragio y la agrupación de la sociedad por gremios. Pero debió abandonar el cargo en 1951, a causa de un síncope cardíaco.
Cuando reasumió, en junio de 1953, lo hizo por pocas horas, pues el general Gustavo Rojas Pinilla lo destituyó mediante un golpe militar. Laureano se exilió en España. En 1956 y 1957, la Declaración de Benidorm y el Pacto de Sitges, respectivamente, firmados por Gómez y Lleras Camargo, fijaron que los dos partidos tradicionales se comprometían a trabajar unidos por la restauración del orden democrático. Gómez regresó al país ya muy enfermo y falleció en Bogotá el 13 de julio de 1965
Dirigente militar de los independentistas cubanos (Baní, República Dominicana, 1836 - La Habana, 1905). Destinado a la carrera eclesiástica, cambió ésta por la de las armas al producirse la invasión de Santo Domingo por Haití en 1855. En 1865 pasó a Cuba y se unió al movimiento nacionalista contra la dominación colonial española. Cuando estalló la primera guerra por la independencia cubana, la «guerra de los diez años» (1868-78), Gómez luchó junto a Céspedes, ascendiendo gracias a su experiencia militar hasta obtener el mando sobre las fuerzas de la provincia de Oriente.
Allí implementó una eficaz táctica de guerrillas que le dio el control de la región, pero en cambio fracasó en su campaña para invadir la mitad occidental de la isla (1875). Acuciado por disensiones internas, abandonó Cuba poco antes de firmarse la Paz de Zanjón (1878). Refugiado en Honduras -donde fue nombrado general del Ejército- apoyó un nuevo intento de insurrección en Cuba, que también fracasó (la «Guerra Chiquita» de 1879-80).
En 1892 llegó a un acuerdo con José Martí y Antonio Maceo para organizar una nueva insurrección, de la que Gómez sería jefe militar. Muerto Martí al comienzo de la Guerra de la Independencia (1895-98), Gómez y Maceo dirigieron la ofensiva rebelde desde el este hacia el oeste de la isla (1895-96); pero fueron derrotados por la enérgica política con la que respondieron los españoles bajo el mando del general Weyler.
La muerte de Maceo (1896) dejó solo a Gómez al frente del movimiento, de nuevo confinado a la lucha guerrillera en las montañas orientales. A pesar de su débil posición militar, se negó a todo compromiso con los españoles, rechazando el plan de autonomía que ofreció el gobierno Sagasta (1898).
La intervención de Estados Unidos vino a expulsar a los españoles de Cuba en 1898 por la fuerza de las armas; y la nueva República independiente tuvo en Gómez a su héroe nacional, encarnación de la lucha revolucionaria. Sin embargo, Gómez entró en conflicto con los nuevos dirigentes políticos y con el gobierno de intervención norteamericano, y dimitió del mando del Ejército