Arquitecto y escultor español. Era hijo del francés Pedro Guas y quizá nació en Francia, pero trabajó en Castilla durante el reinado de Los Reyes Católicos y fue uno de los grandes exponentes del estilo Isabel. Está documentada su presencia en Toledo en 1453, cuando trabajaba al servicio de Hanequín de Bruselas en la puerta de los Leones de la catedral, probablemente en calidad de escultor.
Después de una labor fugaz en la catedral de Ávila, también como escultor, en 1472 fue nombrado maestro de obras del claustro de la catedral de Segovia. En esta ciudad, donde desplegó una febril actividad, compaginó su trabajo principal con la intervención en la capilla mayor del monasterio del Parral y en el claustro de la cartuja del Paular. El ornamentado conjunto del monasterio del Parral, donde la decoración recubre por completo los elementos arquitectónicos, aunque sin ocultarlos, constituye un anticipo de las creaciones más emblemáticas de su estilo.
Entre 1480 y 1483 se ocupó de la construcción del palacio del Infantado, en Guadalajara, obra clave de la arquitectura española del siglo XV y pieza fundamental en la trayectoria artística de Guas. En esta mansión señorial prototípica de la época, los estilizados elementos del estilo gótico se realzan con abundante ornamentación, sobre todo en la fachada, que ha suscitado siempre gran admiración.
En Toledo, además de algunas intervenciones en la catedral, construyó la iglesia de San Juan de los Reyes, finalizada en 1495 y realizada a mayor gloria de los Reyes Católicos; en su capilla mayor triunfa plenamente la tendencia al recargamiento y la exuberancia decorativa que se apuntaba en el monasterio del Parral, centrada en este caso en los motivos heráldicos. Poco antes de su fallecimiento fue designado maestro de obras de la catedral de Toledo
(Quito, 1919 - Baltimore, 1999) Pintor ecuatoriano. Comenzó a pintar y dibujar desde su infancia, y vendía sus trabajos a los turistas para costearse los estudios. Aunque debió enfrentar la oposición paterna para hacerlo, finalmente se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Quito, en la que permaneció durante siete años y de la que recibió el título de Pintor y Escultor en 1941, siendo el mejor alumno de su promoción.
Oswaldo Guayasamín
El período durante el cual Guayasamín recibió su formación estética fue el de mayor auge de la Escuela Indigenista, y la influencia de esta corriente en el pintor es evidente desde sus obras iniciales. En 1942 realizó su primera exposición en Quito, que causó gran escándalo por su marcado carácter de denuncia social. Poco después se trasladó a México, donde trabajó algunos meses con el gran muralista Orozco, quien ejerció una importante influencia en la definición del lenguaje estético del joven pintor ecuatoriano.
En 1943 pasó siete meses en los Estados Unidos recorriendo distintos museos a fin de estudiar las obras de Goya y El Greco, entre otros maestros. A comienzos de la década de 1940 trabó amistad con Pablo Neruda y realizó un largo viaje por Chile, Perú, Argentina, Bolivia y Uruguay, durante el cual tomó apuntes para su gran serie Huacayñán ("El camino del llanto"), compuesta por más de cien telas que giran en torno a la temática del indígena, el negro y el mestizo en América.
La realización de este trascendental trabajo fue posible gracias al apoyo que le brindó Benjamín Carrión desde la recién creada Casa de la Cultura. Las telas que integran la serie Huacayñán fueron expuestas por primera vez en 1952, en el Museo de Arte Colonial de Quito y, a lo largo del mismo año, en la Unión Panamericana de Washington y en la III Bienal Hispanoamericana de Arte, realizada en Barcelona (España), que le concedió el Gran Premio de Pintura.
Guayasamín ha aunado la fuerza de la temática indígena con los logros de las vanguardias de principios de siglo, especialmente el cubismo y el expresionismo, elementos que se advierten en el mural en mosaico de cristal veneciano denominado Homenaje al Hombre Americano, que realizó en 1954 para el Centro Simón Bolívar de la ciudad de Caracas, Venezuela. En 1957 recibió el Premio Mejor Pintor de Sudamérica, concedido por la Bienal de São Paulo, Brasil.
Durante 1958 realizó dos importantes murales en el Ecuador: El descubrimiento del Río Amazonas, realizado en mosaico veneciano, que se encuentra en el Palacio de Gobierno de Quito, y el mural Historia del Hombre y la Cultura, para la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador. En 1960 recibió el Gran Premio del Salón de Honor de la II Bienal de Pintura, Escultura y Grabado de México, un galardón que significó el comienzo de su proyección internacional
Tras varios años de intenso trabajo, en 1968 presentó en el Museo de Bellas Artes de la Ciudad de México su segunda serie de envergadura, titulada La edad de la ira y compuesta por 260 obras que se agrupan por series (Las manos, Cabezas, El rostro del hombre, Los campos de concentración, Mujeres llorando), en las que el pintor recoge diversos elementos de su experiencia vital para plasmar en una deslumbrante sucesión de telas el drama y la tragedia del hombre de nuestro tiempo.
Napalm (1976, de la serie La edad de la ira)
La edad de la ira ha sido considerada una de las últimas grandes realizaciones del cartel político en pintura del siglo XX y tras su exhibición en México fue presentada, a lo largo de 1973, en el Palacio de la Virreina (Barcelona), en las Galerías Nacionales de Praga y en el Museo de Arte Moderno de París. En 1971 se dedicó al monumento escultórico denominado La Patria Joven, que se encuentra en la ciudad de Guayaquil y, al año siguiente, el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid acogió una muestra de sus últimas obras.
En 1973 fue nombrado vicepresidente, y luego presidente, de la Casa de la Cultura de Quito, cargo que le permitió realizar un amplio programa de difusión cultural. En 1974 recibió la Condecoración del gobierno de Francia, que por primera vez se concedió a un artista latinoamericano. Durante el año 1977, como homenaje a su trabajo, el Ministerio de Relaciones Exteriores organizó en Quito una retrospectiva de su obra, parte de la cual se expuso simultáneamente en varias ciudades de España. En 1980 inauguró su mural Ecuador en el Consejo Provincial de Pichincha y, en 1982, terminó otro mural, denominado España-Hispanoamérica, que se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Barajas, en Madrid.
En 1981 la Cámara de Representantes del Ecuador reconoció la obra y la trascendencia del artista mediante la creación de la Fundación Guayasamín, patrimonio cultural del país, a la que el pintor donó sus obras y colecciones de arte. En sus cuadros Guayasamín denunció siempre con convicción los horrores, los desastres y los dramas del hombre, dando a sus obras una expresividad particular dentro de la escuela indigenista