Político y diplomático uruguayo. Realizó una ingente labor diplomática en distintos países europeos y llegó a la vicepresidencia de su país en 1944. Estudió derecho en Montevideo y, tras obtener el grado de doctor, impartió clases en la misma Universidad de la capital. En 1900 colaboró como articulista de temas políticos y económicos en los diarios El Siglo y El Tiempo, además de otras revistas. Comenzó su carrera parlamentaria en 1907 y fue miembro de la Cámara de Diputados hasta 1910.
Tras ello, comenzó a prestar servicios a su país como diplomático, siendo nombrado en 1911 ministro plenipotenciario en Austria-Hungría y Suiza; dos años después desempeñó idéntico cargo en Bélgica y Holanda y entre 1925 y 1926 en Francia. En 1927 fue delegado de Uruguay en la Sociedad de Naciones, de cuya Asamblea y Consejo fue presidente. En las vísperas de la Segunda Guerra Mundial cumplió servicio diplomático en Gran Bretaña (1936-38).
En los primeros años de la guerra detentó la cartera de Relaciones Exteriores y siguió una inclinación filoaliada, e incluso mantuvo negociaciones con los Estados Unidos para la instalación de bases militares norteamericanas en Uruguay, ante el riesgo de que se desatara una invasión nazi en el continente; el 21 de noviembre de 1940, el Senado uruguayo rechazó la instalación de tales bases, rompiendo así la política de neutralidad del país.
Guani también luchó contra el fascismo desde la Conferencia Panamericana (1938), en cuya Tercera Reunión de Consulta (1941), estableció las bases para el cumplimiento de acuerdos militares interamericanos, mediante la inclusión en los estatutos de la denominada "doctrina Guani". Fue vicepresidente de Paraguay en el gabinete de Juan José Amézaga (1944). En 1946, en la Conferencia de San Francisco, defendió la necesidad de la creación de un Estado Judío. Fue autor de La Patria Italiana y El presupuesto de la República.Quizas tambien te interece: Francesco Guardi
(Venecia, 1712-id., 1793) Pintor italiano. Nació en el seno de una familia de artistas y se formó en el taller familiar, marco en el que se desarrolló también toda la primera parte de su carrera artística, en colaboración con su hermano Giovanni Antonio. En esta época no le fue posible crear un estilo propio, ya que se vio obligado a poner sus dotes creativas al servicio de los numerosos encargos que llegaban al taller y no pudo dar rienda suelta a su inventiva.
La primera muestra de su genio la constituyen las Escenas de la vida de Tobías, pintadas para la iglesia de San Rafael de Venecia. Aunque los críticos discrepan en cuanto a si estos cuadros son obra suya o de su hermano Giovanni Antonio, por la maestría de la realización y el carácter evanescente de los fondos parece más probable que se deban a Francesco, quien muy poco después manifestó unas dotes extraordinarias para el paisaje.
En efecto, en 1760, a la muerte de su hermano, abandonó los encargos del taller familiar para dedicarse en exclusiva a un género, el de la veduta, que estaba por entonces en pleno florecimiento gracias a Canaletto y algunos otros artistas.
Seguramente era ésta la vocación de Guardi desde los inicios, y a ella se entregó, al principio como seguidor de los pasos del realismo a ultranza de Canaletto. Pero no tardó en emprender su propio camino, con obras en que la libertad del trazo y el carácter envolvente de la atmósfera crean un ambiente más bien irreal. Estas realizaciones (en su mayoría vistas de Venecia) y no las de la primera época son las que definen la personalidad artística de Guardi, cuyo genio, sin embargo, no fue reconocido hasta la aparición de los impresionistas.
Aunque cumplimentó encargos de la República de Venecia, con el fin de inmortalizar los festejos celebrados con motivo de la visita a la ciudad de personalidades relevantes, en su tiempo no fue un pintor demasiado valorado, y murió en la pobreza