Noble castellano, origen de la casa ducal de Medina Sidonia (León, 1255 - Gaucín, Málaga, 1309). Era hijo bastardo del adelantado mayor de Andalucía, Pedro Núñez de Guzmán. Por desavenencias con sus hermanos abandonó el reino y se puso al servicio del sultán de Marruecos. Regresó a Castilla en 1291, llamado por Sancho IV, quien quería aprovechar su conocimiento y relaciones con los musulmanes en su lucha contra los benimerines por el control del estrecho de Gibraltar. Participó en la conquista castellana de Tarifa (1292), plaza de la que fue nombrado alcaide (1293).
Se distinguió en la defensa de la ciudad frente al asedio que le puso el sultán benimerín Ibn Ya’qub (o Abenjacob), al que se había unido el hermano del rey, el traidor infante Juan. Éstos quisieron acelerar la rendición de la plaza ante la inminente llegada de una flota aragonesa para romper el cerco, capturando al hijo de Guzmán y amenazando con matarle si el alcaide no rendía Tarifa; según la leyenda, no sólo no se rindió, sino que lanzó a los sitiadores su propio puñal para que cumplieran su amenaza, gesto heroico que le valió el sobrenombre de el Bueno (1294).
El hijo de Guzmán fue, efectivamente, asesinado, pero el asedio fracasó y hubo de ser levantado enseguida. Guzmán continuó combatiendo en Andalucía contra los musulmanes, hasta que halló la muerte en la Serranía de Ronda
(Silvestre Antonio Guzmán Fernández; Santiago de los Caballeros, 1911 - Santo Domingo, 1982) Político dominicano, presidente de la República Dominicana (1978-1982). Terrateniente y líder del Partido Revolucionario Dominicano, de tendencia izquierdista moderada, desempeñó el cargo de ministro de Agricultura bajo la presidencia de Juan Bosch, en el año 1963, una vez que el régimen democrático volvió a ser instaurado en la República.
En los años 1966 y 1974 fue aspirante a la vicepresidencia del país, sin llegar a ocupar dicho puesto nunca, ya que en ambas convocatorias optó por retirar su candidatura en el último momento. No obstante, en las elecciones a presidente del año 1978, concurrió y ganó con un amplio margen de votos frente a su contrincante, el presidente Joaquín Balaguer, que llevaba en el poder desde el año 1966
Tras apartar a las fuerzas armadas de los centros claves del poder e iniciar un proceso de democratización de las mismas, Guzmán Fernández intentó poner en práctica un programa caracterizado por un acusado reformismo social. Sin embargo, fue acusado por su propio de incumplir las prometidas medidas económicas.
La deteriorada economía del país sufrió un duro revés a consecuencia de las pérdidas en la producción de azúcar por el temporal de lluvias que sufrió al país, a lo que se sumó el azote de los huracanes David y Frederic, en agosto y septiembre de 1979, que ocasionaron un verdadero desastre nacional. Las pérdidas se elevaron a más de 1.000 millones de dólares, por lo que Guzmán Fernández tuvo que apelar a la ayuda internacional para poder paliar los terribles efectos de los temporales
El Gobierno de Guzmán Fernández puso en práctica una atrevida política de nacionalizaciones, iniciada en agosto de 1979, que afectó a los medios de transporte y a la extracción minera de oro, recurso importante para la economía del país (minas de oro de la Compañía Rosario Dominicana). El notable incremento del coste de la vida ocasionó gran malestar en la población, que mostró su descontento con varias huelgas acompañadas de violencia y desorden que sumieron al país en un verdadero caos
Ante semejante panorama, Guzmán Fernández decidió no presentarse a una segunda elección en los comicios presidenciales del mes de mayo de 1982, los cuales dieron la victoria al candidato de su partido, Salvador Jorge Blanco. Pero un inesperado acontecimiento enturbió el periodo postelectoral cuando, en la noche del 3 al 4 de julio, Guzmán Fernández se suicidó en el despacho presidencial, circunstancia que obligó al vicepresidente, Jacobo Majluta, a desempeñar interinamente el cargo hasta la toma de posesión del nuevo presidente, el 16 de agosto