Pintor indigenista, a quien se debe la recuperación del indio como valor estético en la pintura dentro de su país. Después de recibir su primera formación artística de los maestros Avelino Nogales y Georges Mattewie, fue becado por el gobierno español para completar sus estudios en la Academia de San Fernando de Madrid, estudios que prosiguió luego en la Escuela de Artes y Oficios de París. En España conoció a Julio Romero de Torres, quien le introdujo en el costumbrismo.
De vuelta a su tierra, desempeñó el cargo de Director General de Bellas Artes (1932) y de profesor de la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal, donde también fundó el Museo de Arte Retrospectivo. En 1946 regresó a Europa invitado por el British Council de Londres para realizar estudios de restauración de obras de arte.
Los últimos años los pasó en su tierra natal dedicado al estudio y experimentación de técnicas de pintura. Trabajó las técnicas del óleo sobre lienzo, témpera, acuarela, pastel, aguafuerte, grabado, dibujo y técnicas mixtas experimentales. Realizó varias exposiciones en su propio país, en España, Chile, Argentina y en los Estados Unidos. Fue honrado con exposiciones retrospectivas en los años 1970 y 1981.
Característica de su pintura es el realce del elemento indígena en sus cuadros, muestra de lo cual puede verse en sus obras El triunfo de la naturaleza (Museo Nacional de Arte, La Paz) y El beso del ídolo (Casa de la Moneda, Potosí). Otros de sus cuadros famosos son Fruta paceña y Poemas de raza. En su carrera trabajó la composición estructural y la estilización cercana al cubismo. Tras una etapa expresionista en la que prevalece la representación del indio -propia de la época de la Guerra de El Chaco (1932-35)-, volvió a su característica paisajística andina. Fue el pintor más influyente entre sus coetáneos, y su importancia todavía persiste. En la corriente indigenista por él inaugurada sobresalen Jorge de la Reza (1901-1958), Jenaro Ibáñez (1903-1982) y Mario Illanes (1900-1960)
( Alonso Pérez de Guzmán, duque de Niebla) Noble castellano, origen de la casa ducal de Medina Sidonia (León, 1255 - Gaucín, Málaga, 1309). Era hijo bastardo del adelantado mayor de Andalucía, Pedro Núñez de Guzmán. Por desavenencias con sus hermanos abandonó el reino y se puso al servicio del sultán de Marruecos. Regresó a Castilla en 1291, llamado por Sancho IV, quien quería aprovechar su conocimiento y relaciones con los musulmanes en su lucha contra los benimerines por el control del estrecho de Gibraltar. Participó en la conquista castellana de Tarifa (1292), plaza de la que fue nombrado alcaide (1293).
Se distinguió en la defensa de la ciudad frente al asedio que le puso el sultán benimerín Ibn Ya’qub (o Abenjacob), al que se había unido el hermano del rey, el traidor infante Juan. Éstos quisieron acelerar la rendición de la plaza ante la inminente llegada de una flota aragonesa para romper el cerco, capturando al hijo de Guzmán y amenazando con matarle si el alcaide no rendía Tarifa; según la leyenda, no sólo no se rindió, sino que lanzó a los sitiadores su propio puñal para que cumplieran su amenaza, gesto heroico que le valió el sobrenombre de el Bueno (1294).
El hijo de Guzmán fue, efectivamente, asesinado, pero el asedio fracasó y hubo de ser levantado enseguida. Guzmán continuó combatiendo en Andalucía contra los musulmanes, hasta que halló la muerte en la Serranía de Ronda