Novelista estadounidense. Trabajó en una agencia de detectives privados antes de participar en la Primera Guerra Mundial, de la que regresó gravemente enfermo. A partir de 1934 participó activamente en la política de izquierdas de su país, motivo por el cual en 1951, durante la era McCarthy, fue condenado a prisión. Inició su carrera literaria con algunas novelas cortas, publicadas desde 1924 y reunidas bajo el título de El gran golpe (1966). En 1929 publicó la novela Cosecha roja, a la que siguieron El halcón maltés (1930), El hombre delgado (1934) y La llave de cristal (1931), entre otras. Con estas obras, que reflejan con toda crudeza los aspectos más violentos de una sociedad corrupta e inmersa en una lucha sin tregua por el poder y el dinero, se apartó del modelo típico de novela policíaca y creó un nuevo género: la novela negra
(?-?, 1750 a.C.) Rey de Babilonia (1792 a.C.-1750 a.C.). Su reinado representó la ascensión de Babilonia y de los nómadas amorreos, que se habían instalado en la región, a una posición preponderante entre las ciudades de Mesopotamia. Hammurabi se dedicó a asegurar sus posesiones frente a las apetencias territoriales de la ciudad de Larsa y de su rey Rim-Sin, por lo que sus primeras campañas militares se orientaron hacia el sur. El séptimo año de su reinado, Hammurabi ya le había arrebatado a su rival dos de sus más importantes posesiones: Isin y Uruk.
Una vez consolidadas sus posesiones en el sur, el monarca volvió su atención en otras direcciones, y así, cuatro años más tarde se apoderó de las ciudades de Rapiqum y Shabili y realizó expediciones contra el país de Emutbal, al este de Babilonia.
El poder de Babilonia se había incrementado de tal forma con la concentración de ciudades en su bando, que rápidamente se formó una coalición de ciudades del Tigris, para hacerle frente. En la subsiguiente guerra de los Dos Ríos, la coalición del Tigris fue derrotada y en el año trigesimoprimero de su reinado Hammurabi se autoproclamó rey de Sumer y Akkad, título que simbolizaba el dominio sobre Mesopotamia. Esto no detuvo sus campañas expansionistas, en las que derrotó a las ciudades de Mari, Malgium y Subartu (Asiria).
Su obra legislativa culminó con el código que lleva su nombre, una compilación de leyes y jurisprudencia ya vigente, en algunos casos puesta al día, que sirvió como modelo para muchos otros códigos posteriores. A pesar de su falta de originalidad, es un documento valiosísimo para el estudio de la sociedad mesopotámica de la primera mitad del segundo milenio antes de nuestra era.
A su muerte sobrevino un período de anarquía en el que varios personajes, que aparecen mencionados en las fuentes como «hijos de nadie» –haciendo quizá referencia a su nula vinculación familiar con el rey–, se disputaron el trono