Entrenador de baloncesto español que figura entre los más destacados de los últimos años. En su palmarés sobresale la medalla de oro en el Campeonato del Mundo de Japón como seleccionador de España (2006) y la medalla de plata del Eurobasket 2007, tras perder por un solo punto ante Rusia
Pepu Hernández
Nacido en el seno de una familia de clase media alta, a los siete años ingresó en el colegio Ramiro de Maeztu, la cantera del equipo madrileño del Club Baloncesto Estudiantes, cuya afición es conocida como la Demencia. Allí se aficionó al baloncesto, y de los ocho hasta los diecisiete años jugó con el equipo del colegio, donde al mismo tiempo, a partir de los quince años, entrenó a equipos de minibasket (alevines, infantiles, juveniles y júniors). En esta función de dirigir a niños y adolescentes entusiastas vio que radicaba su futuro: convertirse en entrenador profesional, porque como baloncestista no era extraordinario
Aun así, al terminar los estudios secundarios, se matriculó en la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, pero sin abandonar su dedicación como entrenador de baloncesto de las categorías inferiores. Tras realizar las prácticas de carrera en la Cadena SER, abandonó finalmente el periodismo para dedicarse por completo al baloncesto
En la temporada 1989-1990 se incorporó al baloncesto profesional como ayudante del técnico titular del Estudiantes, Miguel Ángel Martín, al que acompañó durante cinco temporadas. En la primera temporada entrenó además al equipo juvenil, con el que logró el título nacional
En la temporada 1994-1995, destituido Martín, se puso ya al frente del equipo del Estudiantes, del que se convirtió de inmediato en una pieza clave para imprimir un estilo propio que pronto dio sus frutos. Sin embargo, en la temporada 2000-2001 decidió tomarse una año sabático, que no concluyó porque el nuevo entrenador del Estudiantes, Carlos Sainz de Aja, no dio la talla, y Pepu Hernández hubo de regresar al equipo. En aquella época compaginó las tareas de director deportivo con la de ayudante de Ignacio Pinedo en la selección española júnior
En las once temporadas que dirigió al Adecco Estudiantes, con 432 partidos de la Liga ACB y de play-off por el título, ganó una Copa del Rey (2000), fue subcampeón de la ACB en 2005 y subcampeón también de la Copa Korac (1998-1999). Pepu Hernández estaba en la cima como técnico, aunque su equipo no era ganador porque no podía invertir en grandes fichajes. La Asociación de Entrenadores de España se lo reconoció eligiéndolo mejor entrenador español de la temporada 2003-2004
Vivía tan intensamente los partidos, que su carácter de hombre amable y tranquilo cambiaba radicalmente a finales de la temporada, por lo que en 2005 decidió descansar de nuevo un año, para dedicarlo a su esposa (a la que conoció cuando tenía catorce años y entrenó a los veintitrés) y a sus tres hijas (dos de ellas gemelas), así como al estudio de nuevas tácticas de baloncesto
Tampoco llegó a cumplirlo, porque en enero de 2006, poco después de que el Estudiantes le entregara la Insignia de Oro y Brillantes, los dirigentes de la Federación Española lo designaron seleccionador para preparar y disputar el Campeonato del Mundo de Japón en 2006 y el Eurobasket de 2007 en España, en sustitución de Mario Pesquera. Acertaron
En el Mundial, la selección española, moldeada con el temperamento apacible y dialogante de Pepu, se convirtió en una piña de amigos que deslumbró. Tan implicado estaba con el equipo que, horas antes de jugar y vencer en la final ante Grecia, le comunicaron que su padre había fallecido, pero no se lo comunicó a los jugadores para que no les afectara la noticia
En España se desató la idolatría por la selección liderada por Pau Gasol. Durante la celebración del título, en una plaza de Castilla abarrotada, Pepu Hernández afirmó en su breve discurso: “Os voy a decir una palabra. Y escuchadla bien, porque de ahora en adelante va a ser muy importante: baloncesto”
La comisión de la Fundación Príncipe de Asturias tomó buena nota y concedió el premio Príncipe de Asturias de los deportes a Pepu Hernández y sus jugadores. Al recoger el trofeo acreditativo de los galardones de mayor prestigio, dijo con voz trémula: “Baloncesto equivale a educación, generosidad, solidaridad, trabajo en equipo, talante y tolerancia. Son valores que preparan a un joven para el futuro”. Y son, sin duda, los valores de los que Pepu Hernández ha hecho gala en su carrera, como jugador y como entrenador
Dirigiendo a la selección española
En el Eurobasket 2007, celebrado en su primera fase en Sevilla y en la segunda en Madrid, la selección se mostró de nuevo muy superior a sus rivales, entre ellos la vigente campeona, Grecia. La final ante Rusia, a la que España ya había derrotado ampliamente en la primera fase, parecía pan comido, pero en el tramo final los jugadores españoles, que llegaron a gozar de una ventaja de 10 puntos, se desequilibraron hasta perder el partido por un solo punto porque en los dos últimos segundos el tiro de Pau Gasol se salió de la canasta. La decepción fue tremenda, pero una medalla de plata hay que valorarla también en su justa medida, a pesar de que España, a la sazón, estaba considerada como la mejor selección del mundo
Gracias a esos éxitos, el baloncesto consiguió unas cuotas de audiencia espectaculares, con shares superiores al 18 %, entre ellos, dos hitos: el partido de semifinal contra Grecia, con un 25,7 %, y el de la final, con un 31,3 %, lo que significó que 5,4 millones de españoles estaban viendo el partido frente al televisor
Tras el éxito de Japón, donde hubo un entendimiento cordial entre el seleccionador y el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Sáez, en el Eurobasket se produjeron algunas tensiones que no trascendieron hasta terminada la competición. El incidente más grave tuvo lugar cuando la selección se trasladó de Sevilla a Madrid. Sáez, como era natural, intentó sacar el máximo provecho económico del evento y no frenó la histeria colectiva de los aficionados, que perseguían por doquier a los jugadores, mientras que Pepu Hernández velaba por la tranquilidad de sus pupilos
Para desplazarse a la capital española, Sáez hizo lo imposible para que la selección utilizase el AVE, dado que uno de los patrocinadores era Renfe. Por ello montó un tren especial que debía partir de Sevilla a la una de la madrugada. Pepu Hernández y sus jugadores no ocultaron su malestar. Además, había un compromiso especial con el Ministerio del Interior para promocionar el nuevo DNI digital, en un encuentro con el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba al mediodía. Esto, sumado a la constante presencia de políticos que querían salir en la foto, rompió la armonía entre el seleccionador y el presidente
Las aguas parecía que no volverían a su cauce, hasta el punto de que los medios de comunicación insinuaron que Sáez pediría la dimisión de Pepu. Tras unos días de suspense, el 24 de septiembre el presidente y el seleccionador dieron una rueda de prensa conjunta en la que Sáez confirmó la continuidad de Pepu como seleccionador con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Pekín, y Hernández matizó que no hubo enfado serio sino sólo pequeñas diferencias. Sin embargo, nuevas acusaciones acabaron con el cese de Pepu Hernández cuando faltaban apenas dos meses para el inicio de los Juegos Olímpicos
A petición del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, el nuevo pabellón del distrito de San Blas llevará el nombre de Pepu Hernández, ese hombre cuyo carisma entre los jugadores se funda en su humildad y en el trato personalizado. Consiguió que el equipo que dirigía fuese un referente mundial, con varios jugadores en la NBA, como Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, que confirmarían su calidad en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, obteniendo lo que se consideró unánimemente una "plata de oro" en la final ante los Estados Unidos
(Xavier Hernández Creus; Terrassa, 1980) Futbolista español perteneciente a la disciplina del Fútbol Club Barcelona desde las categorías inferiores hasta su consolidación en el primer equipo. El fútbol de toque de balón con jugadores de gran técnica que impuso el denominado Dream Team de Johan Cruyff tenía su gozne en este centrocampista de técnica depurada que protege el balón como nadie y "lee" con admirable sencillez el ritmo que debe adquirir el partido en cada fase del juego. Al término de la Eurocopa de 2008, que ganó la selección española por segunda vez en la historia, fue elegido Mejor Jugador del torneo, una distinción que raramente recae en un centrocampista y que reconocía su fundamental aportación. Xavi fue además una pieza esencial en la consecución del "triplete" del Barça (ganó en 2009 la Liga, la Copa del Rey y la Champions League), en la que fue la mejor temporada de la historia del club
Xavi Hernández
Su progenitor, que fue jugador del Sabadell, le inculcó la pasión por el fútbol. Los ojeadores del Fútbol Club Barcelona le siguieron en varios partidos infantiles de la ciudad egarense a instancias del padre. Por fin, a los once años, hizo una prueba y en julio de 1991 ingresó en la Masia, la residencia de las futuras estrellas del Barça que no proceden de la Ciudad Condal. Xavi se fijó de inmediato en su maestro Josep Guardiola, su actual entrenador y figura clave del Dream Team en aquel entonces. Mirándose en aquel espejo, su progresión fue tan meteórica que el propio Guardiola, que un día lo observaba desde la banda en un partido de juveniles, pronosticó a sus compañeros: "Éste nos va a jubilar a todos". Más o menos así sería. Xavi se convirtió en el sucesor natural de Guardiola, a pesar de que de la cantera surgirían otros excelentes organizadores que se vieron obligados a abandonar las filas del club, como Cesc Fábregas o Vlikel Arteta, que disputan la Premier League inglesa y escocesa, respectivamente
Su predisposición para aprender cosas, la madurez que irradiaba a tan corta edad y su calidad futbolística propiciaron que en la temporada 1997-1998 pasara del juvenil al Barca B, en el que de inmediato se convirtió en el "cerebro" del equipo. Un equipo en el que Xavi no sólo mandaba y organizaba, sino que marcaba goles con facilidad gracias a sus inesperadas llegadas al área y a su maestría en el lanzamiento de faltas con barrera. Ya entonces, a pesar de su baja estatura (1,70 m) y su menuda complexión (pesa 63 kilos cuando está en plena forma), sería un maestro en la conducción del balón y en la protección del mismo
En la temporada siguiente alternó sus actuaciones con el B y con el primer equipo, con el que debutó el 18 de agosto de 1998 de la mano del técnico neerlandés Louis Van Gaal, en un partido de la Supercopa de España ante el Real Mallorca. Fue titular y, además, marcó un gol. Van Gaal lo hizo debutar en la Liga el 3 de octubre de aquel mismo año en el Mestalla frente al Valencia, que cayó derrotado por 1-3. Sus intermitentes actuaciones con el primer equipo dieron alas a un Barça alicaído que ocupaba la décima posición de la tabla. Xavi marcó un gol decisivo que dio la victoria a su equipo en el campo del Valladolid, y a partir de aquella victoria, contando más asiduamente con su presencia, los azulgranas remontaron de forma tan espectacular que ganarían la Liga 1998-1999. Era su segundo título profesional, porque poco antes había ganado el Campeonato del Mundo Sub-20 disputado en Nigeria
En la temporada 1999-2000, debido a una lesión de Guardiola, Xavi se consolidó en el primer equipo. Convencido de sus posibilidades, su juego maduró exponencialmente. Entretanto, su estelar actuación en Nigeria propició que el 15 de noviembre de 2000 debutara con la selección absoluta ante los Países Bajos. Pocos años después ya sería convocado regularmente para defender los colores de España. A partir de la temporada 2000-2001, y con la marcha de Guardiola al calcio italiano, Xavi se convirtió en titular indiscutible, tanto con Van Gaal como con los entrenadores subsiguientes: Carles Reixach, Radomir Antic y Frank Rijkaard. En el Barca, sin embargo, no alcanzaría su tercer título, el de Liga, hasta el 14 de mayo de 2005, tras una marcha penosa del equipo y del club por un desierto de despropósitos. En verano del mismo año se proclamó campeón de la Supercopa de España, título que renovaría al año siguiente, en el que en el partido de vuelta marcó un gol decisivo ante el Real Club Español, al que los azulgranas superaron por 3-0.
Habitualmente las lesiones lo respetaban, por lo que siempre estuvo en forma cuando se requería su participación. Sólo cabe mencionar una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en un entrenamiento en el Camp Nou, en diciembre de 2005. Aquel percance truncó su proyección al obligarlo a estar ausente durante cinco meses, hasta finales de abril de 2006, fecha en que reapareció ante el Cádiz C. F. Aquel año los azulgranas consiguieron de nuevo el título de Liga y la Supercopa de España. Pero el mayor momento de gloria de aquel año 2006 para un equipo que funcionaba como una máquina (gracias al trabajo de Xavi y Andrés Iniesta en la medular y las genialidades de Ronaldinho y Eto´o en la delantera) llegó con la victoria en la Liga de Campeones, la asignatura pendiente del Barça, que sólo tenía en sus vitrinas la conseguida por el Dream Team en 1992. Xavi, sin embargo, no pudo participar en la final ante el Arsenal F. C. debido a su baja forma por la lesión
Celebrando junto a Iniesta la Champions 2009
En 2007, en el partido de Liga de Campeones ante el Olympique de Lyon, disputado el 19 de septiembre, Xavi igualó a Migueli como jugador del F. C. Barcelona que más partidos había disputado en competiciones europeas (85). Y superó al mítico central ceutí el 2 de octubre de aquel mismo año en un partido frente al VfB Stuttgart. La diferencia, por supuesto, seguiría aumentando. En cuanto a sus partidos con el Barça, el 24 de noviembre de 2007 y ante el club decano español, el Recreativo de Huelva, igualó la cifra de 400 partidos oficiales que ostentaba Guardiola.
Pero sin el título de Campeón de Europa de Naciones de 2008, en la que Xavi explotó al máximo unas cualidades que no prodigaba (pases en profundidad al delantero con mayor ventaja y chutes desde fuera del área), no habría ocupado las primeras página de la prensa. En esa Eurocopa, disputada en Austria y Suiza, el centrocampista azulgrana, adoctrinado por Luis Aragonés, adelantó su posición con éxito rotundo. Marcó su primer gol el 26 de junio frente a Rusia. Y en la final ante Alemania, Xavi dio el pase de gol a Fernando Torres, quien marcó el único tanto del encuentro. Su actuación en la Eurocopa le valió el premio al Mejor Jugador de la competición, una mención que habitualmente recae en un delantero goleador. Los medios de comunicación, sin embargo, coincidieron en que era una elección acertada. Además de esta distinción mayor, Xavi había sido galardonado como el mejor futbolista de las temporadas 1998-1999 y 2004-2005 por la revista deportiva Don Balón, y ya en 1999 había recibido el premio El País como futbolista revelación
Con David Villa en la final de la Eurocopa 2008
Si con la selección española había vivido uno de los mejores momentos al ganar la Eurocopa, la temporada 2008-2009 le deparaba aún un destino superior: ser parte esencial, junto con Iniesta, de la organización del juego del F.C. Barcelona en la que fue sin duda la mejor temporada de la historia del club. El Barça, en efecto, logró algo tan insólito en el fútbol mundial como el "triplete", la victoria en los tres torneos en que participaba: la Liga española, la Copa del Rey y la Champions League. El juego exhibido por el equipo maravilló a todo el mundo; por supuesto que fue el nuevo entrenador, su admirado Josep Guardiola, el principal artífice de esa revolución, pero tales éxitos no son concebibles sin organizadores de la talla de Iniesta y del propio Xavi
Jugador más bien frío en el campo, sus compañeros alaban su entereza y su capacidad para remontar un partido que parece perdido. No va de estrella mediática, aunque cualquier equipo de élite estaría encantado de contar con sus servicios. Pero él se siente tan identificado con su club de toda la vida y con su afición que no ha escuchado los cantos de sirena de otras ligas. En 2009, con un nuevo proyecto futbolístíco, se sentía crecido par dar nuevos éxitos a su club y a la selección, que de la mano de Vicente del Bosque se preparaba para el Mundial 2010. Xavi esperaba cerrar en este máximo evento futbolístico su participación en la selección, tras haber sido titular en los Mundiales de Corea del Sur-Japón en 2002 y de 2006 en Alemania