(Edo, hoy Tokio, 1760-id., 1849) Pintor, dibujante y grabador japonés. Siendo niño fue adoptado por los Nakajima, familia de honda tradición artística. A los dieciocho años se convirtió en pupilo de un destacado maestro del ukiyo-e (literalmente, «escenas del mundo flotante»), género artístico que floreció durante el período Kamakura y que tendría en Hokusai a su más depurado estilista. Tras la muerte de su mentor, se estableció de forma independiente e inició una brillante carrera artística en la que utilizó toda clase de técnicas, desde el grabado hasta la ilustración de libros. Hasta 1806 concentró su atención básicamente en la representación de paisajes y escenas históricas, aunque tras la muerte de su hijo mayor se introdujo en el más comercial soporte del «libro de ilustraciones», entre los que destacan sus Treinta y seis vistas del Monte Fuji (1826-1833), culminación del ukiyo-e y una de las más delicadas muestras artísticas japonesas de todos los tiempos