Poeta escocés. Fue amigo de W. Scott, a quien dedicó un libro de recuerdos titulado Confesiones de un pecador absuelto (1824). Destaca por su poemario La velada de la reina (1813), de gran riqueza de imágenes
(Chlodwig Hohenlohe, príncipe de Hohenlohe-Schillingsfürst; Rotenburg, 1819 - Ragaz, 1901) Estadista alemán. Desde muy joven mostró sus simpatías por la causa prusiana. En 1866, tras la victoria prusiana en Sadowa, dentro de la Guerra de las Siete Semanas, fue nombrado primer ministro de Baviera y ministro de Asuntos Exteriores, gracias al apoyo de su amigo Wagner.
En el desempeño de estos cargos, hasta 1870, trató de conseguir la unidad alemana en beneficio de Prusia. En 1870 se vio obligado a dimitir a causa de la presión ejercida por el partido clerical y los nacionalistas bávaros, contrarios a su política. En 1871 protagonizó la entrada de Baviera en el Reich alemán, al tiempo que era nombrado vicepresidente del Reichstag. Durante el Kulturkampf introdujo una ley contra el uso del púlpito de las iglesias como plataforma política y colaboró en la expulsión de la orden de los jesuitas
Desde 1874 hasta 1885 desempeñó el cargo de embajador de Alemania en Francia, donde ejerció un papel moderador en el conflicto suscitado entre Francia y Alemania en 1875. A partir de 1885 desempeñó el cargo de Statthalter en Alsacia-Lorena, desde donde se opuso duramente al régimen de anexión, tratando de resucitar los sentimientos autonomistas de esta provincia; en 1887, empujado por Bismarck, llevó a cabo una dura represión que le granjeó la enemistad de amplios sectores de la población
En 1894 fue nombrado por el emperador Guillermo II canciller de Alemania, en sustitución de Caprivi. Como tal, se esforzó por suavizar el malestar que la personalidad del emperador ocasionaba en la población. Estuvo muy influido por personajes de la talla de Holstein, Johannes von Miquel, Alfred von Tirpitz, Adolf Marschall von Bieberstein, y Bernhard von Bülow. Puso en práctica una política moderada y destacó como un gran administrador. Sus ideas liberales chocaban con la personalidad del emperador, lo que provocaba continuos conflictos entre ambos; pese a ello, aumentó el potencial militar del imperio a través de su programa naval, aprobado en 1898, y mantuvo la expansión alemana en China.
Desde 1897, a medida que crecía el poder de Bülow, la influencia de Hohenlohe prácticamente desapareció, sobre todo por el aumento de los problemas internacionales a los cuales no pudo hacer frente. Dimitió en 1900, a los 81 años de edad, y fue sustituido por von Bülow. Sus Memorias aparecieron póstumamente, en 1906. Las revelaciones políticas que contenían provocaron la ira del emperador, así como un enorme escándalo entre la clase política alemana