Político chino al que Deng Xiaoping encargó la reforma económica del país. Nacido en una familia de campesinos pobres, en 1933 entró en el Partido Comunista y participó en la legendaria Larga Marcha (1934-1935) dirigida por Mao Zedong hasta la nueva base del Partido en Yenan. En 1935 se integró en el Departamento de Organización de la Liga de la Juventud Comunista y al año siguiente en su Comité Central. Durante la guerra civil contra las fuerzas nacionalistas de Jiang Jieshi sirvió como comisario político en el 2º Cuerpo de Ejército (1948) y vicepresidente de la Comisión de Control Militar de Taiyuan (1949).
Deng Xiaoping y Hu Yaobang
Con la proclamación de la República Popular China en octubre de 1949 retomó sus labores dirigentes en la Liga Juvenil, en calidad de miembro del Comité Central y primer secretario (1957), además de desempeñar otros diversos cometidos, como miembro del Consejo Ejecutivo de la Asociación de la Amistad Chino-soviética (1949-1954), comisario político en el distrito militar de Sichuan, director del Comité de Finanzas y Economía de la administración provincial de Sichuan y vicepresidente de la Federación Internacional de la Juventud Democrática (1953-1959)
Miembro del Comité Ejecutivo de la Federación de Sindicatos Chinos (1953-1957) y del Comité Permanente del Congreso Nacional Popular desde 1954, en 1956 accedió al Comité Central del Partido, pero en 1967, durante la Revolución Cultural, fue uno de los numerosos miembros del aparato purgados por "desviacionismo burgués". Este hecho sucedió dos veces, y ambas fue rehabilitado
En 1977, impuesta la línea pragmática del Partido en las figuras de Hua Guofeng y Deng Xiaoping, Hu fue rehabilitado con su reingreso en el Comité Central, y al año siguiente accedió al Buró Político, en calidad de secretario del Comité Central al frente de la disciplina interna y director del departamento de propaganda. Su entrada en 1980 en el exclusivo Comité Permanente, el máximo órgano dirigente del Partido, y su confirmación como secretario general del mismo, confirmó que Hu era el hombre escogido por Deng, de facto el máximo responsable del régimen, para dirigir las incipientes reformas económicas.
El 29 de junio de 1981 fue elegido para sustituir a Hua Guofeng, personaje de transición entre el maoísmo y el nuevo orden de cosas, como presidente del Partido, hasta entonces y nominalmente el mayor puesto dirigente. En el XII Congreso (celebrado en septiembre de 1982) se decidió abolir la Presidencia, de manera que la Secretaría General se convertía en el puesto supremo del Partido
Estadista de anchas miras y dotado de una calidez humana inusual entre los jerarcas chinos, Hu transmitió una agradable imagen de hombre abierto al diálogo, tanto en sus viajes al exterior (Japón en noviembre de 1983, y Europa Occidental en junio de 1986, la primera visita a la región de un máximo dirigente del Partido), como ante la ciudadanía de su país. Las manifestaciones estudiantiles de finales de 1986, en exigencia de una mayor transparencia en el proceso de selección de candidatos a las elecciones provinciales, le hicieron caer en desgracia ante Deng, que si bien deseaba un dirigente comprometido con la reforma económica, no contemplaba con agrado el estilo no represivo de Hu frente a las algaradas estudiantiles. Además le comprometía ante los elementos conservadores, quienes venían quejándose de la "excesiva liberalización burguesa".
Su obligada dimisión, autocrítica incluida, se produjo el 16 de enero de 1987. El elegido para sucederlo fue el entonces primer ministro, Zhao Ziyang. Hu siguió apareciendo en las sesiones de la Asamblea Nacional Popular hasta poco antes de su fallecimiento, acaecida el 15 de abril de 1989. Sus honras fúnebres congregaron a 200.000 personas en Pekín y fueron el detonante de las masivas manifestaciones de estudiantes (Primavera de Pekín) que convulsionaron al país en las semanas siguientes
(o Hua Kuo-Feng) Dirigente comunista chino (Hunan, 1921 - ). Inició su carrera política en su provincia natal de Hunan, de la que llegó a ser vicegobernador (1958-67). Tras el triunfo de la «Revolución Cultural» instigada por el presidente Mao Zedong, pasó al Comité Central del Partido Comunista Chino (1969). No obstante, formó parte de la línea aperturista de Chu En-Lai y Deng Xiaoping, en oposición a la ortodoxia de Lin Piao.
Impulsado por el peso creciente de los reformistas, en 1973 accedió al Politburó y en 1975 fue nombrado ministro de Seguridad Publica y vicepresidente del gobierno. Tras la muerte de Chu En-Lai y de Mao Zedong, sucedió al primero como jefe del gobierno chino y al segundo como presidente del Partido Comunista (1976-81). Desde ambos puestos colaboró con Deng en la eliminación de la vieja guardia izquierdista representada por la viuda de Mao y su «Banda de los Cuatro»; pero se distanció de los reformistas pragmáticos al defender la preservación de la ideología comunista e intentar presentarse como el heredero de Mao.
Su intento de disputarle el liderazgo a Deng acabó por hacerle caer en desgracia: los nuevos dirigentes le fueron apartando paulatinamente de sus cargos en el gobierno y en el partido entre 1979 y 1982 (aunque ha seguido siendo miembro del Comité Central)