Jurista y sacerdote jesuita chileno, conocido también como el Padre Hurtado. Beatificado por el papa Juan Pablo II el 10 de octubre de 1994, se le considera una de las figuras religiosas chilenas más relevantes del siglo XX
Alberto Hurtado realizó sus estudios en el colegio jesuita San Ignacio de Santiago de Chile, de donde pasó a la Universidad Católica de la misma ciudad para cursar la carrera de Derecho, que concluyó en 1924. Poco después ingresó como novicio en la orden jesuita, en la casa de formación que la orden tenía en la ciudad de Chillán. Tras ello marchó a Argentina, España y Bélgica (Universidad de Lovaina) para completar sus estudios y su formación religiosa. En 1933 fue ordenado sacerdote
Alberto Hurtado
Ya de regreso a Chile, en 1936 comenzó su labor docente en la universidad como doctor en psicología y pedagogía. En 1942 fue nombrado asesor en el área de juventud de la organización Acción Católica, con la que recorrió todo el país fundando centros de asistencia juveniles, sin dejar prácticamente provincia sin visitar. Siguiendo con su obra social y catequística, en el año 1944 fundó el Hogar de Cristo, centro creado con el propósito de dar cobijo a los desamparados. Por su intensa actividad, Hurtado llegaría a ser conocido como "el cura de los pobres".
En 1948, cuando las ideas marxistas amenazaban con extenderse por las capas más desprotegidas y la pujante clase obrera chilena por medio de los sindicatos, Alberto Hurtado creó un sindicato católico, Acción Sindical Chilena (ASICH), con el objeto de oponer resistencia a un ideario político que iba en contra de los valores defendidos por la Iglesia Católica
Inspirado en la doctrina de la encíclica Quadragesimo Anno, publicó varios libros y fundó y dirigió la importante revista Mensaje, que se publica todavía hoy. Entre sus obras destacan ¿Es Chile un país católico?, El Humanismo social cristiano en los documentos de la jerarquía católica, Sindicalismo, historia, teoría y práctica, La crisis afectiva de la adolescencia y La crisis sacerdotal en Chile
En el año 1977, la Iglesia católica chilena llevó a cabo los primeros trámites del proceso para la beatificación de Alberto Hurtado, el cual no comenzó realmente su curso ordinario hasta el año 1993, fecha en la que el papa Juan Pablo II dio su visto bueno al informe sobre la causa de beatificación. Por último, el 10 de octubre de 1994, Alberto Hurtado fue beatificado por el papa Juan Pablo II
Impulsor de la reforma eclesiástica checa (Husinec, Bohemia, 1369 - Constanza, 1415). Nació en una familia campesina pobre del suroeste de Bohemia. Sin embargo, consiguió estudiar Teología y Artes en la Universidad de Praga y ordenarse sacerdote (1400). En 1402 fue nombrado rector de la Universidad, apoyado por el sentimiento particularista checo frente a la dominación germánica.
Bajo la influencia del hereje inglés Wycliff, Hus empezó desde 1405 a predicar contra la excesiva riqueza de la Iglesia y la inmoralidad del clero, reclamando la vuelta a la pureza del mensaje evangélico, la predicación en la lengua checa que podía entender el pueblo y la comunión bajo las dos especies. Su influencia se vio acrecentada por la crisis en que se hallaba sumida la Iglesia de Roma por el «Cisma de Occidente», así como por la reacción nacionalista checa contra la minoría alemana (iniciada con la lucha por el control de la Universidad de Praga).
Hus fue excomulgado por el papa (1411), pero continuó su campaña y publicó sus tesis en su libro principal, De Ecclesia. Fue llamado a justificarse al Concilio de Constanza (1415), adonde acudió con un salvoconducto del emperador Segismundo; una vez allí, se negó a retractarse de sus ideas y fue quemado en la hoguera por orden del emperador.
El nuevo papa, Martín V, condenó la doctrina husita en su bula Inter Cunctas (1418). Pero la muerte de Hus le convirtió en un héroe nacional para los checos; cuando Segismundo intentó proclamarse rey de Bohemia, estalló una revuelta de los husitas, que controlaron la mayor parte del país entre 1419 y 1478, realizando incursiones hasta Núremberg, Sajonia, Brandenburgo, Danzig y el norte de Austria.
El ala husita más extremista (los taboristas) fue finalmente derrotada, pero se fundió con otra corriente herética procedente de Francia e Italia (los valdenses) y, bajo el nombre de «Hermanos Moravos», ha pervivido hasta la actualidad; por su parte el ala husita moderada (los utraquistas o calicistas) llegó a un acuerdo con los católicos, que permitió el reconocimiento de la Iglesia Checa o Utraquista con ciertas especificidades litúrgicas