Actor de teatro y cine, conocido con el apelativo de Tacholas. Desde muy pequeño gustaba de frecuentar las proyecciones de los cines de su ciudad. Estaba dotado de buena voz, lo que le llevó a formar parte del Coro Ruada y del Orfeón Unión Provincial Orensana. Trabajaba también como ayudante del fotógrafo Pacheco, hasta que con veinte años decidió marchar a Buenos Aires al encuentro de sus padres.
Una vez en la capital argentina, participó en numerosas actividades culturales (teatro, recitales y otros acontecimientos sociales), y llegó a convertirse en un personaje muy popular. La defensa de la galleguidad en el exilio y sus contactos con relevantes figuras de la política y la cultura gallega le llevaron a ser uno de los máximos defensores del pensamiento de Castelao
Desde los cuarenta se consagró como un actor de prestigio; llevó a escena numerosas obras de autores gallegos y consolidó, con su trabajo en varias compañías, un teatro gallego de calidad (se recuerda su estrecha colaboración con el autor Daniel Varela Buxán y la actriz Maruja Boga). Su labor en los cincuenta le reportó grandes reconocimientos, y le permitió participar en la fundación del Teatro Popular Gallego, impulsado en 1957 por el escritor Eduardo Blanco Amor. Su calidad artística se vio respaldada por su asistencia en 1970 a los cursos impartidos por Lee Strasberg en Buenos Aires. En ellos, el director del Actor´s Studio destacó su calidad interpretativa, de la que pronto se hicieron eco todos los medios
También desarrolló, desde los años cuarenta, una intensa actividad radiofónica en emisoras como Radio Prieto, Radio Antártida y Radio El Mundo, entre otras. En los setenta intervino en espacios de televisión del Canal 13, tanto en programas publicitarios como en teatro cómico o series. Su relación con el mundo del cine se remonta a 1939, año en que trabajó en Mariñeiros, el documental que Xosé Suárez realizó para Cifesa y que finalizó en Argentina. Años más tarde, colaboró con Armando Hermida Luaces en Galicia al día (1959), un largo documental al que prestó su voz
Al igual que había sucedido con el sainete de Vacarezza y los trabajos de Niní Marshall y Pepe Iglesias "El Zorro", Tacholas se enfrentó a todos aquellos autores teatrales y directores de cine que utilizaban al gallego como caricatura, en personajes que no se acercaban a la realidad. Por eso no dudó en imponer estas condiciones cuando le llamaron para participar en Chiruca (1945), de Benito Perojo. La actividad cinematográfica de Tacholas se centró en personajes sencillos, muchos de ellos encarnados por los propios emigrantes que vivían en Argentina
Recibió por su trabajo en Crónica de una señora (1970), de Raúl de la Torre, el premio al mejor actor de reparto de la IV Semana de Cine Internacional de Mar del Plata. Fue especialmente alabada por la prensa su participación en Días de ilusión (1980), de Fernando Ayala. A lo largo de su vida cinematográfica trabajó también con directores como Leonardo Flavio, Héctor Olivera, Enrique Cahen Salaverry, Leopoldo Torre Nilsson, Luis Puenzo, Lucas Demare y otros
(Las Veguillas, Salamanca, 1917 - Madrid, 2003) Jurista y catedrático español, reconocido internacionalmente como uno de los mejores especialistas contemporáneos en Derecho Romano. Después de realizar los estudios primarios en su localidad natal, Juan Iglesias se trasladó a Salamanca, donde obtuvo el bachiller y la licenciatura en Derecho. Inició la actividad docente a la temprana edad de dieciocho años como profesor auxiliar en la Universidad salmantina, donde también cursó el doctorado.
En 1941 obtuvo la cátedra en Derecho Romano en la Universidad de Oviedo y su magisterio inició, a partir de entonces, un largo periplo por las Universidades de Salamanca, Barcelona y, finalmente, Madrid, donde estableció el ejercicio de su responsabilidad como catedrático romanista desde 1953 hasta su jubilación en 1988. Además de su trayectoria académica, Iglesias Santos desarrolló diversos cargos directivos en las instituciones académicas donde trabajó. Fue vicerrector de las Universidades de Barcelona y Madrid y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense
Avalado con un amplio reconocimiento internacional a su labor como jurista y romanista, escribió un buen número de obras especializadas en su disciplina docente, como Derecho Romano. Instituciones de Derecho Privado, Miniaturas histórico-jurídicas, Espíritu del Derecho Romano y su afamado manual Derecho Romano. Historia e instituciones. También se convirtió en colaborador habitual en prensa como articulista de La Gaceta y ABC, entre otras publicaciones, y editó una novela con tintes autobiográficos con el título Don Magín, profesor y mártir.
En 1980 ingresó como miembro de número en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. También formó parte de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Nápoles, fue presidente de honor de la Sociedad Española de Derecho Romano y miembro de la Societé Internationales des Droits de l´Antiquité. Iniciado ya el siglo XXI, recibió los galardones más prestigiosos de su carrera. El 23 de febrero de 2001 recogió en Valladolid el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades y, tres meses después, compartió con el Colegio de México el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. El jurado que le concedió este último galardón valoró especialmente su "dedicación ejemplar a la Universidad, su significativa contribución al conocimiento y a la difusión de los estudios de Derecho Romano y su sólida aportación a la mejor comprensión de los Derechos Civiles españoles".
Considerado un maestro de generaciones de juristas españoles e hispanoamericanos y un eminente romanista de proyección internacional con más de sesenta años de labor docente e investigadora, los miembros del jurado significaron, igualmente, la capacidad de Iglesias Santos para "imprimir en estudiantes y discípulos el amor indeleble al valor supremo de la Justicia".