Rey de Libia, nombrado cuando este país ganó la independencia de Italia en 1951; se mantuvo en el trono hasta 1969.
Era hijo del líder de la hermandad mística musulmana de los sanusi, que había sido fundada en la región de la Cirenaica por su abuelo. A la muerte de su padre, sucedida en 1902, heredó el liderazgo de la cofradía y recibió el título de emir. Durante su minoría de edad el liderazgo real era ejercido por su primo, Ahmad as-Sahrif, pero en 1916 Idris tomó la dirección de los asuntos de la hermandad y se convirtió en el hombre más poderoso de la Cirenaica.
Pronto comenzaron sus enfrentamientos con los italianos, quienes habían invadido Libia en 1911 con la intención de crear un gran Imperio en el norte de África. La firma en 1917 del tratado de Arcoma con los representantes del gobierno italiano estableció un alto el fuego y le confirmó como la mayor autoridad en el interior de la cirenaica. Los italianos comenzaron a financiar con importantes sumas de dinero a Idris y su organización con el fin de asegurarse la paz en los territorios conquistados
En 1919 se estableció el Parlamento de Cirenaica en el que los representantes de los sanusi eran mayoría. Pese a la negativa de Idris a desarmar a sus hombres como habían solicitado los italianos, éstos invadieron la región de Tripolitania en 1922. Los jefes tribales de Tripolitania ofrecieron el mando de sus hombres a Idris, quien sin embargo veía toda resistencia como un gesto inútil, por lo que se exilió en Egipto.
Allí permaneció durante dos décadas, hasta que pudo regresar en 1942 cuando, en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas británicas ocuparon Libia y consiguieron expulsar a las tropas italianas. Idris permaneció en El Cairo hasta 1947; mientras tanto, mantenía el control sobre sus hombres con la realización de viajes periódicos a Cirenaica, donde cada vez se iba consolidando más su poder
En 1949, mientras las Naciones Unidas discutían el futuro de la región, Idris proclamó la independencia de Cirenaica y se colocó a la cabeza del gobierno. Los miembros más jóvenes y los elementos urbanos de la hermandad de los sanusi aspiraban a un futuro unido de las tres provincias Libias, en contra de la opinión de los ancianos líderes de las tribus cirenaicas, que preferían una cirenaica independiente. La cuestión se resolvió cuando, en noviembre de 1949, la Asamblea de las Naciones Unidas estableció que el futuro de Cirenaica, Tripolitania y Fezzan fuera establecido por una Asamblea compuesta por representantes de las tres regiones libias.
Se estableció que las tres provincias se unirían en una y formarían la Monarquía Federal Independiente de Libia, cuyo trono fue ofrecido a Idris en diciembre de 1950. Éste aceptó y logró la aprobación en 1951 de una Constitución que le otorgaba amplios poderes sobre el Parlamento y las recién creadas fuerzas armadas. Formó un gobierno constituido por los líderes tribales y los principales miembros de la oligarquía capitalista, a quienes entregó parte del poder a cambio de su apoyo
Uno de los principales objetivos del rey fue el de inculcar en la población el significado de la nación libia, ya que las regiones que la formaban habían constituido hasta entonces entidades completamente independientes. En 1963 promovió una reforma constitucional por la cual el estado dejó de ser federal para convertirse en unitario. Su poder se fue acrecentando, sobre todo gracias al apoyo de las potencias occidentales, de tal manera que su gobierno llegó a convertirse casi en una dictadura. Su actitud pro-occidental, la falta de una política social y su rechazo a los planteamientos nacionalistas árabes, que le llevaron a declararse no intervencionista durante la guerra de los Seis Días, hizo crecer su impopularidad entre los trabajadores y estudiantes proárabes.
El descontento llegó hasta el ejército, en el seno del cual una serie de jóvenes oficiales, encabezados por el Coronel Muammar al-Gaddafi, derrocaron al gobierno de Idris mediante un golpe de estado en septiembre de 1969. El rey, que se encontraba en Turquía recibiendo tratamiento médico, no regresó al país. Fijó primero su residencia en Grecia para luego solicitar asilo político en Egipto, país del que obtuvo la nacionalidad en 1972. En 1974 fue condenado en ausencia de los cargos de corrupción y apropiación indebida. Idris murió en el exilio el 15 de mayo de 1983.
(? - Volúbilis, Marruecos, 791) Emir de Marruecos entre 789 y 791, fundador y jefe de la primera dinastía marroquí, la de los idrisíes. Idris I era hijo de Abdallah, miembro de la rama de los hasaní y por tanto descendiente directo del califa Ali, yerno del profeta Mahoma; de ahí el gran carisma que aglutinó entre las tribus del Magreb.
Idris tomó parte en una sublevación alida encabezada por su sobrino Husayn y su hermano Muhammad contra el califa abasí en el año 786. Tras la derrota de la rebelión cerca de La Meca, Idris logró salvarse de la matanza decretada por el califa contra su familia huyendo a Egipto en compañía de su fiel criado Rasid. Allí fue acogido como un simple camellero hasta que fue descubierto, circunstancia que le obligó a seguir su periplo hacia las regiones más occidentales del norte de África.
Después de vagar de un lado para otro, finalmente encontró cobijo al calor de la tribu beréber de los awraba, asentada al sur de la actual ciudad de Tánger, en el año 788. El apoyo de esta tribu beréber le permitió aglutinar paulatinamente la adhesión de las restantes tribus de la región, a las que Idris hizo conocedoras de sus pretensiones al califato como descendiente directo de Alí y el profeta Mahoma.
Tras haber conquistado las antiguas tribus que se habían refugiado en las montañas, muchas de las cuales aún no habían abrazado el Islam, Idris regresó a Volúbilis y fue reconocido por todos como imán y emir. Debido a sus ambiciosos objetivos expansionistas por los territorios del Magreb, Idris I abandonó Volúbilis y mandó construir las primeras edificaciones de la futura capital del reino, Fez, la cual sería engrandecida y embellecida generosamente por su hijo y sucesor Idris II, considerado como el auténtico fundador de la dinastía
Una vez que concluyó la conquista de amplios territorios en el Magreb, incluyendo la importante ciudad de Tlemecén, en el año 789, Idris I asentó definitivamente su poder y el papel de la dinastía idrisí, la primera eminentemente marroquí, con un papel aglutinador de tipo nacionalista bastante claro
Envidioso de los éxitos de Idris I y, sobre todo, temeroso de que éste pudiera arrebatarle el califato ya que seguía reivindicando el trono alegando su descendencia tan ilustre, Harum al-Rashid trató por todos los medios de eliminar a un rival tan molesto como Idris I. Con tal propósito, en el año 791 mandó a Fez a un emisario suyo de nombre Suleyman, que logró ganarse la confianza de Idris I con todo tipo de engaños hasta que, por fin, pudo suministrarle un potente veneno que acabó matándolo.
Tras su muerte, su fiel amigo Rasid fue elegido regente hasta que una de las mujeres de Idris I dio a luz al futuro Idris II, al que las tribus con más peso político juraron fidelidad cuando tan sólo tenía un año de edad