Gobernador de Valencia. Aunque su verdadero nombre fue Ibn Abd al-Aziz, fue más conocido como Ibn Raubas o Ibn Rawas. Sirvió en la corte de Abul Hassan Abdel Aziz de Valencia como secretario, formando parte de un grupo de funcionarios a los que se llamó "los cuatro caracteres": junto a Ibn Raubas se encontraban Ibn Talut, Ibn Abbas e Ibn al-Takuruni, que alcanzó el cargo de visir. A la muerte de Abdel Aziz en 1061 le sucedió su hijo A bd al-Malik al-Muzaffar. Ibn Raubas asumió el gobierno de Valencia, siendo sus dotes alabadas por Ibn al-Jatib.
En 1065 al-Muzaffar fue destronado por su suegro, Abul Hassan Yahya ibn Ismail de Toledo, el célebre al-Ma´mun, que dejó como gobernador de la ciudad a Ibn Raubas, quien de hecho ya la gobernaba. Conservó el poder durante diez años en nombre del régulo toledano, pero a la muerte de al-Ma´mun en 1075, una sublevación encabezada por Abú Bakr ibn Abd al-Aziz, hermano de al-Muzaffar, apartó del poder a Ibn Raubas, que fue encarcelado
(Conocido como Abensabín; Murcia, 1217 o 1218-La Meca, 1270) Místico hispanomusulmán. Dotado de una considerable formación religiosa y poseedor de conocimientos de medicina y de alquimia, su mística sufí le mostró como sospechoso de profesar la unidad de la existencia. Viajó, huyendo de los teólogos, a Ceuta, Túnez y El Cairo, hasta dirigirse a La Meca, donde, al fin, sin encontrar la tan anhelada paz, se suicidó «por deseo de unirse a Dios». Su originalidad se encuentra en la síntesis personal de los sistemas metafísicos y místicos interpretados en sentido esotérico