Pintor de origen inglés, activo en Castilla. Su nombre parece indicar su procedencia de las Islas Británicas, pero es innegable su formación flamenca, lo que hace suponer un período de estudio o de actividad en Flandes. Sin embargo, lo único documentado es su actividad en la segunda mitad del siglo XV en Castilla, donde recibió numerosos encargos, a través de los cuales introdujo en esa zona de España el estilo flamenco. Realizó sobre todo retablos, entre los que sobresale el de la iglesia del hospital de Buitrago (actualmente en la colección del Duque del Infantado), en el que aparecen como donantes el Marqués de Santillana y su esposa. También se le atribuyen a el Retablo de San Jerónimo para el monasterio de la Mejorada de Olmedo, realizado entorno a 1470; el Retablo de la Virgen de Villasandino, una Crucifixión (hoy en colección particular) y la Trinidad rodeada de ángeles, actualmente en el Museo del Prado. Su estilo se caracteriza esencialmente por la acentuación de los perfiles, la tendencia al detalle minucioso y el recargamiento ornamental
(Montauban, Francia, 1780 - París, 1867) Pintor francés. Último representante de los grandes pintores del neoclasicismo francés, Ingres se presenta sin embargo con una postura ambigua frente a los postulados clasicistas que le sitúan dentro del germen del movimiento romántico. Estudió en la Academia de Toulouse, antes de trasladarse en 1797 a París, donde fue alumno de J. L. David.
En 1801 ganó el Prix de Rome con Aquiles y los enviados de Agamenón, pero no pudo ir a Italia por motivos políticos y comenzó a trabajar como pintor en París. Cumplió peticiones privadas, sobre todo retratos (Mademoiselle Rivière) y encargos oficiales (Bonaparte, primer cónsul y Napoleón emperador). En 1807 Jean Auguste Dominique Ingres pudo establecerse por fin en Roma, subvencionado por el gobierno francés y, cuando se le acabó la beca, decidió permanecer en la ciudad por su cuenta. No le faltaron los encargos, en particular de la colonia francesa y de Napoleón, para quien decoró su palacio en Roma
Napoleón emperador, de Jean Auguste Dominique Ingres
Tras una estancia de cuatro años en Florencia a partir de 1820, regresó a París. En 1824, el Voto de Luis XIII, de Ingres, se expuso en el Salón al lado de la Matanza de Quíos, de Delacroix; el contraste entre ambas obras dio un gran prestigio a Ingres, que abrió un estudio en París, donde trabajó incansablemente hasta su muerte. Sólo abandonó la capital francesa durante un breve período (1835-1841) para dirigir la Academia de Francia en Roma
La gran odalisca (1814) de Ingres
Además de obras alegóricas de gran envergadura (La apoteosis de Homero para el palacio del Louvre; El sueño de Ossián) y de cuadros mitológicos, pintó retratos y obras de desnudo femenino, que fueron su gran especialidad y las que han perpetuado su nombre.
La gran odalisca es una imagen típica del gusto por los temas exóticos y orientales del momento y una figura sorprendente por sus tres vértebras de más, como señalaron los críticos, y la mezcla conseguida entre el contorno sinuoso y reptante con la tradición del desnudo clásico. Ingres reiteró estos interiores turcos y ambientes imaginarios a lo largo de toda su carrera, creando un modelo femenino sensual, de rasgos indolentes, en una atmósfera que parece estar inmóvil y congelada por la frialdad de la factura
En obras semejantes, como La gran bañista (1808), La fuente (1856) o El baño turco (1862), Ingres une al dominio y la expresividad de la línea que le eran connaturales una sensualidad contagiosa que les confiere buena parte de su atractivo. Fue considerado el mejor pintor de su tiempo y ha pasado a la historia del arte como un genio de la pintura académica y caligráfica