Escritor mexicano. Poseedor de una imprenta, editó El jarabe, de Niceto Zamacois, en 1860, y el Diario de un testigo de la Guerra de África, de Pedro Antonio de Alarcón, en 1861. Es autor de Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja o los charros contrabandistas de la Rama (1865), una de las primeras novelas realistas mejicanas, que presenta un amplio cuadro de costumbres del México rural del siglo XIX. Además de esta obra, publicó otras, consideradas menores, entre las que destacan Reglas con que un colegial puede colear y lazar y Recuerdos de Chamberín.
(?-Ager Sedetanus, actual España, 205 a.C.) Caudillo ilergeta. Jefe de los ilergetas, una de las tribus ibéricas más importantes del nordeste peninsular, al estallar la Segunda Guerra Púnica se alió con los cartagineses, al igual que la mayor parte de los pueblos ibéricos del interior de Cataluña. La ofensiva inicial romana de los Escipiones, que culminó con la derrota de los cartagineses y sus aliados en la batalla de Cissa (218 a.C.), lo obligó a huir de sus tierras.
A pesar de esto, los guerreros ilergetas, dirigidos por él, tuvieron una participación destacada en la batalla de Cástulo, que cambió el sentido de la guerra en la Península a favor de los púnicos. La llegada de Publio Cornelio Escipión transformó el equilibrio de fuerzas gracias a un ataque por sorpresa sobre Cartago Nova, que cayó en poder de los romanos.
Los rehenes iberos que los cartagineses retenían para garantizar la lealtad de sus aliados peninsulares fueron liberados por el joven Escipión, con miras a atraerse a las tribus a las cuales pertenecían. Así, Indíbil, el ilercavón Mandonio y el edetano Edecón no dudaron en cambiar de bando para unirse a los romanos en el 208 a.C., si bien la actuación de éstos provocó la posterior rebelión de las tribus indígenas, uno de cuyos líderes fue Indíbil, quien, tras la victoria de Escipión, tuvo que negociar la paz.
Ante las duras condiciones impuestas por los romanos, al año siguiente encabezó un levantamiento general en el que participó gran número de tribus ibéricas del nordeste peninsular. La intervención de los procónsules Léntulo y Acidino al mando de un poderoso ejército combinado de romanos y mercenarios iberos terminó por dominar la rebelión, e Indíbil pereció en la batalla del Ager Sedetanus