Historiador de los papas. Se le ha llegado a confundir con su homónimo el fraile jerónimo y obispo de Córdoba que fue capellán de Juan II de Castilla y del que conservamos un retrato, obra de Zurbarán, en la sacristía del monasterio de Guadalupe. De su obra se deduce que estudió en Salamanca, donde parece que llegó a obtener el grado de doctor en Teología, y que viajó por Italia: en 1550 visitó Venecia y en 1551 Roma.
Desde 1553, fecha en la que comienza su Historia pontifical y católica, parece residir de asiento en Dueñas, ciudad de la que era beneficiado (así como abad de la colegiata de San Frontís de Zamora). El éxito de su obra, a la que se ha tildado de excesivamente crédula y poco crítica con el material que manejaba, fue ampliada varias veces. La primera de ellas, a cargo de Luis de Babia, que añadió las partes tercera y cuarta, la segunda por fray Marcos de Guadalajara, que añadió la quinta, y la última por Juan Baños de Velasco, quien escribió la sexta parte. El éxito de la obra fue enorme, y fue incluida en los Índices de 1569, 1583 y 1590.
(s. XVI) Pintor español. Trabajó en diversos lugares de la América española. En México fue designado veedor de pintura (1556). En Lima realizó un Cristo para la catedral. Pintó también importantes lienzos para la iglesia de San Francisco de Quito (c. 1580). Sus hijos Andrés y Juan destacaron igualmente como pintores