Miguel Iglesias nació el 11 de junio de 1830 en Celendín. Hijo del español Lorenzo Iglesias Espinach y Rosa Pino de Arce. Desde joven, Iglesias se dedicó a la administración de las propiedades de su familia en Cajamarca. Se desposó con Concepción Posada.
En 1865, fue designado prefecto de dicha ciudad. Durante el conflicto con España de 1866, encabezó un batallón que marchó hacia Lima. Por sus acciones, se le concedió el grado de coronel. En 1872, fue nuevamente prefecto de Cajamarca.
Guerra del Pacífico
Tras la declaratoria de guerra, en 1879, organizó un batallón de 3.000 hombres y junto a ellos se trasladó a Lima. En la madrugada del 22 de diciembre de 1879, se unió a los batallones que secundaron a Nicolás de Piérola para deponer al vicepresidente Luis La Puerta y juntos tomaron El Callao. Inmediatamente después, Iglesias fue designado Ministro de Guerra por Piérola.
Defensa de Lima
Iglesias participó luego de la Batalla de San Juan. En la noche del 12 de enero de 1881, el primero de los cuerpos de ejército, bajo su jefatura, cubría las avenidas de Lurín proyectándose sobre Chorrillos, Villa y Santa Teresa, y formando la derecha.
Iglesias recuperó las posiciones del cerro Santa Teresa pero se dio cuenta que estaba rodeado por retaguardia, por lo que tuvo que retroceder para abrirse paso hacia el malecón. Iglesias fue hecho prisionero después de una desesperada resistencia en Chorrillos alrededor de las 12:30pm. A partir de ese momento fueron las fuerzas del coronel Arnaldo Panizo, que, junto con sus artilleros realizaron una defensa sobrehumana en la batería principal Mártir Olaya del Morro Solar.
Atacado Panizo por Patricio Lynch, los artilleros resistieron hasta que fueron arrollados. En Marcavilca y el Morro Solar el asalto fue iniciado por los regimientos 4° de línea Chacabuco y proseguido por otros. Iglesias, como habíamos dicho, fue hecho prisionero a las 12:30pm junto con Guillermo Billinghurst, Carlos de Piérola y Miguel Valle Riestra. Entre los muertos se encuentra Alejandro Iglesias, hijo de Miguel Iglesias.
Iglesias fue liberado por las tropas chilenas a condición de que trasmitiese las condiciones de las tropas de ocupación a las autoridades peruanas. Después de la ocupación de Lima el coronel Miguel Iglesias fue puesto en libertad
Tras la ocupación de Lima, regresó a Cajamarca. Autorizado a retirarse a su hacienda, lo hizo bajo el compromiso de apartarse de la actividad política, lo que cumplió todo el año de 1881.
Iglesias en el norte de Perú
Al trasladarse el Presidente Lizardo Montero con sus Ministros a Huaraz en febrero de 1882 designó a Iglesias, como el militar de mayor jerarquía, Jefe Superior Político y Militar del Norte
En 1882, se enfrentó a las tropas chilenas en las cercanías de su hacienda, en lo que se conoce como la batalla de San Pablo. Tres días más tarde, lanzaría una proclama saludando el ejército triunfador.
Miguel Iglesias Pino de Arce:
"Habéis combatido y vencido al enemigo; el arrojo de que hicisteis gala ha sido precursor del triunfo, y vuestros nombres quedan, y quedarán grabados y esculpidos en letras de oro. La defensa que hoy habéis hecho de vuestros derechos, auxiliándonos y contribuyendo a nuestro triunfo, es la prueba más grande y satisfactoria de todo lo que debe y puede hacer un pueblo de abnegado patriotismo… Cajamarquinos: La gloria del triunfo del 13 de julio de 1882, os pertenece a vosotros, colaboradores muy eficaces de tan grande suceso os contará eternamente en el seno de los suyos. Yo os doy las gracias y espero siempre de vosotros igual conducta. Vuestro conciudadano y amigo."
Presidente Provisional del Perú
Más adelante asumió el mando de los departamentos del norte, y estableció un gobierno en Trujillo en julio de 1882. El 31 de agosto de 1882, Iglesias emitió el célebre Manifiesto de Montán exigiendo la paz, aún con cesiones territoriales; autorizó el inicio de conversaciones con el enemigo y convoco una Asamblea en el Norte para obtener su respaldo.
Por ley del 30 de diciembre la Asamblea estableció el Poder Ejecutivo con un jefe responsable que lo presidiría con la denominación de Presidente Regenerador de la República y un ministerio igualmente responsable. La Asamblea el 1 de enero designó a Iglesias Presidente Regenerador.
El 5 de enero la Asamblea otorgó al presidente Iglesias plenos poderes para tratar de la paz con el enemigo. La Asamblea no fue reconocida por Piérola , ni Cáceres, ni Montero como tampoco por los chilenos, quienes tenían sus dudas acerca del nuevo régimen instalado en Cajamarca.
El 9 de febrero de 1883, Patricio Lynch recibe la orden del presidente Santa María para que refuerce el mando de Miguel Iglesias, en el norte convencido que con Iglesias podría firmar la paz según sus intereses, y que Lizardo Montero Flores y Francisco García Calderón no aceptarían la cesión territorial. El 31 de marzo de 1883 Cáceres llega a Canta y destaca al coronel Isaac Recavarren a Huaraz junto al batallón Pucará de 250 hombres para que organice tropas y luego marchar al norte a deponer el gobierno de Iglesias. Lynch había realizado un préstamo en mayo de 1883 al negociador Mariano Castro Saldívar para la compra de suministros que armen fuerzas leales a Iglesias como Vidal García en Trujillo con 200 hombres, Genaro Carrasco en Piura con 480 hombres y estas no sean atacadas por guerrillas de Cáceres. Con el fin de proteger a Miguel Iglesias y su gobierno con una fuerza de 400 hombres en Cajamarca, Patricio Lynch envía a Alejandro Gorostiaga desde Trujillo a Huamachuco el 3 de mayo de 1883, para evitar que Recavarren ataque el gobierno de Iglesias.
El 3 de mayo de 1883 la base del Tratado de Ancón ya estaba acordada entre Patrico Lynch y Miguel Iglesias quien firma este convenio inicial desde Cajamarca.
El 10 de julio de 1883 se desarrolló la Batalla de Huamachuco entre Andrés A. Cáceres y Alejandro Gorostiaga. Miguel Iglesias envió una comisión especial para felicitar a Gorostiaga por su victoria. De esta manera, Cáceres había sido minimizado lo suficiente como para no cuestionar su autoridad. Montero por su parte, tuvo que salir de Arequipa para evitar la destrucción de la ciudad.
Fin de la Guerra: El tratado de Ancón
El 20 de octubre de 1883 terminó en Ancón la discusión de los términos del tratado de paz. Una vez firmado el Tratado de Ancón, el 11 de marzo de 1884 la Asamblea Constituyente aprobó el Tratado. Iglesias marchó hacia Lima para asumir el gobierno del país.
Como consecuencia de la derrota y el posterior restablecimiento del orden, se inicia la llamada fase del Segundo militarismo. Inicialmente, se caracteriza por la lucha entre el Presidente Iglesias y Andrés A. Cáceres, el llamado Héroe de la Breña por su férrea oposición a la ocupación chilena.
Aún cuando el Presidente Iglesias ostentaba el cargo de manera constitucional, no consiguió el apoyo de lo que quedaba de la Élite Peruana, quienes más bien trataban de acercarse a Cáceres. Este grupo estaba formando mayoritariamente por antiguos miembros del Partido Civil, con un ánimo de recuperar la doctrina anterior y restablecer un gobierno civil en la república.
Guerra Civil y exilio
De acuerdo de la Asamblea Constituyente de 1884, Iglesias ya debía retirarse del gobierno y llamar a elecciones. Sin embargo, este prefirió permanecer en el poder y exigir el sometimiento incondicional de Andrés A. Cáceres. Por su parte, Cáceres procede a proclamarse Presidente el 16 de julio de 1884, argumentando el quiebre del orden constitucional.
Las fuerzas de Iglesias y Cáceres en un primer momento se enfrentaron en Lima y después en Trujillo. Ante sus derrotas en la costa norte, Cáceres se retiró al centro sur: Cuzco, Arequipa, Apurímac y Ayacucho, donde pudo reorganizar su ejército para volver a atacar.
Para 1885, después de un enfrentamiento en la sierra central y otra derrota en Lima el 3 de diciembre de 1885, Iglesias renunció a la presidencia. Antonio Arenas, Presidente del Consejo de Ministros, asume la Presidencia, dando paso a una transición constitucional. Iglesias parte al exilió en España, Pero regresó sólo porque lo habían elegido como senador de Cajamarca, pero la muerte se lo impidió en 1909.
Fundador del Partido Socialista Obrero Español, PSOE (El Ferrol, La Coruña, 1850 - Madrid, 1925). Huérfano y procedente de una familia pobre, Pablo Iglesias Posse aprendió en el hospicio de Madrid el oficio de tipógrafo, que desempeñaría toda su vida.
Durante el Sexenio Revolucionario (1868-74) se inició en la actividad reivindicativa del movimiento obrero, afiliándose a la primera Internacional (AIT) en 1869 y a la Asociación General del Arte de Imprimir (de la que llegaría a ser presidente) en 1873.
En las luchas desencadenadas dentro de la AIT entre los partidarios de Bakunin y los de Marx, Pablo Iglesias se mantuvo fiel a la línea marxista, minoritaria en España, creando la Nueva Federación Madrileña (1872). Tras la Restauración borbónica, condenado el movimiento obrero a la clandestinidad, fundó en Madrid un partido político -el PSOE- junto con un reducido grupo de correligionarios marxistas, la mayor parte de ellos tipógrafos (1879); trató de dotar al nuevo partido de una gran pureza ideológica y moral, lo que contribuyó a mantener muy reducido el número de sus afiliados.
Por esa época Pablo Iglesias empezó a sufrir las represalias patronales por su actividad reivindicativa, quedando excluido de trabajar en los periódicos hasta que fundó el suyo propio, El Socialista, en 1886. En 1888 completó el entramado institucional del socialismo español al crear el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), aprovechando la apertura para el asociacionismo obrero que supuso el gobierno largo de Sagasta; en 1905 añadió a estas organizaciones las Juventudes Socialistas.
En los años siguientes, partido y sindicato crecieron y se extendieron, abriéndose «Casas del Pueblo» (sedes socialistas locales) por Madrid, Vizcaya, Asturias, Valencia y Málaga. En 1905 consiguió su primer éxito político significativo, al resultar elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid, junto con otros dos compañeros socialistas; desde allí lanzaría una campaña contra la corrupción imperante, de gran impacto popular.
Tras la Semana Trágica de Barcelona (1909), Pablo Iglesias aceptó flexibilizar sus posiciones políticas en aras de una oposición de izquierdas más eficaz, formando la Conjunción Republicano-Socialista; esta alianza le permitió ser elegido diputado por Madrid en las elecciones de 1910. Utilizó aquel primer escaño socialista de la historia de España para lanzar fuertes ataques contra el régimen de la Restauración y la dominación política de la burguesía española, denunciando su inmoralidad.
Problemas de salud le fueron apartando de la actividad política paulatinamente, aunque mantuvo la presidencia, tanto del PSOE como de la UGT, hasta su muerte. En sus últimos años asistió al agrio debate entre los socialistas respecto a la Revolución rusa (1917), la consiguiente escisión de los comunistas (1921), la liquidación del régimen parlamentario por el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923) y la posterior colaboración con la dictadura. Aunque dejó al frente de las dos organizaciones a Julián Besteiro, el liderazgo de éste sería mucho más contestado que el de Iglesias, pues no gozaba del carisma del fundador, dividiéndose los socialistas entre los seguidores de Largo Caballero, Prieto y el propio Besteiro