Reina de España. Hija de Enrique II de Francia y Catalina de Médicis, de la dinastía Valois, antigua casa reinante de Francia. Aunque en su niñez estuvo prometida al futuro Eduardo VI de Inglaterra, al morir éste Isabel de Valois entró en las negociaciones previas del tratado de Cateau-Cambrésis, por el cual se acordó su boda con el príncipe Carlos de España, en 1559
Isabel de Valois
Ese mismo año, la muerte de María Tudor, segunda esposa de Felipe II, y la influencia del cardenal Granvela y sus consejeros de los Países Bajos, determinaron que Isabel de Valois se convirtiera en la tercera esposa del monarca español, y como tal, en reina de España. La unión de las coronas española y francesa fue acogida con entusiasmo en Francia. Gracias a su matrimonio y a la intervención de Isabel en favor de la firma de los acuerdos de Bayona con Francia (1565), Felipe II estrechó la alianza contra el protestantismo.
La reina francesa, de carácter sensible y exiliada en la corte española, mantuvo a lo largo de toda su vida una inextinguible nostalgia de su país. De su unión con el soberano español nacieron dos hijas, Isabel Clara Eugenia, nacida en 1566, y Catalina Micaela, en 1567.
Isabel de Valois murió al año siguiente al dar a luz a su tercer hijo. Sus restos mortales reposan en el monasterio de El Escorial. Felipe II intentó, en 1593, reivindicar el trono de Francia para su hija mayor basándose en la ascendencia materna de Isabel Clara Eugenia, pero el propósito fracasó a causa de la división de la Liga Católica y la conversión al catolicismo de Enrique IV de Borbón
(1430-1490) Hija ilegítima de don Enrique de Villena, nació tal vez en Valencia, donde fue educada por su tía, la reina María, esposa de Alfonso V de Aragón, ya que a los cuatro años quedó huérfana. Su verdadero nombre era el de Leonor Manuel, identidad que cambió al ingresar en el monasterio de franciscanas clarisas de la Santísima Trinidad de Valencia.
Es autora de una Vida de Jesús, escrita en valenciano para las monjas de su convento, del cual llegó a ser priora en el año 1463. La obra se estructura en torno a la biografía de Jesús y se hilvana con una serie de comentarios minuciosos sobre el Evangelio que muestran gran maestría en la recreación de imágenes destinadas a mover la devoción del lector. Se trata de una técnica de meditación tomada del espíritu franciscano de "imitación de Cristo", que debió de conocer por las Meditationes Vitae Christi, de autor anónimo, y por la Vita Christi, de F. Eiximenis.
La sensibilidad y la delicadeza, patentes en un lenguaje cargado de diminutivos y expresiones afectivas, son algunas de las características del texto, que revela también su condición femenina por el papel destacado que otorga a las mujeres en la narración de la vida de Jesús, un hecho que ha sido interpretado como una reacción ante el contenido misógino de L´espill, de J. Roig, a quien la autora pudo conocer dada la circunstancia de que una de sus hijas profesaba precisamente en el convento de la Santísima Trinidad.
En el libro abundan los comentarios patrísticos y las citas de autores clásicos, pues no en vano Isabel de Villena unió su vocación religiosa a su afición a las letras. Escenas y descripciones de fiestas y banquetes, figuras alegóricas, como en la novela cortesana y de caballerías de su época, se intercalan con los contenidos religiosos de la obra. Isabel de Villena murió de peste el 2 de julio de 1490.