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Biografía de Nicolae Iorga

Botosani, Bucovina,1871 - Strejnicu, 1940

Escritor, historiador y político rumano. Considerado como uno de los máximos renovadores de las Letras rumanas de su tiempo, al frente de la revista literaria Samanato rul -que dirigió entre 1902 y 1906- realizó una interesante campaña que contribuyó a consolidar el modernismo entre los escritores de su patria, al tiempo que desplegaba una intensa labor de propaganda nacionalista

En efecto, Nicolae Iorga sobresalió tanto por sus méritos literarios como por su acusada presencia en el devenir político de su pueblo, siempre al lado del monarca Carol II, del que llegó a ser ministro y consejero. Esta fidelidad a la causa monárquica acabó costándole la vida, puesto que, tras la caída del rey durante los primeros compases de la II Guerra Mundial, Iorga fue detenido y asesinado por los legionarios fascistas de la denominada Guardia de Hierro


Nicolae Iorga

Desde muy joven se había destacado por sus grandes dotes intelectuales y su decidida inclinación hacia los saberes humanísticos. Estas inquietudes le llevaron a considerar insuficientes los conocimientos adquiridos durante su período de formación académica en su Rumanía, por lo que marchó a diferentes países de Europa (como Italia, Francia y Alemania) para ampliar estudios y conocer, in situ, todas los novedades culturales del momento. De regreso a su país natal, pronto fue reconocido como uno de los principales intelectuales rumanos, lo que le permitió ejercer la docencia, en calidad de profesor de Historia, en la Universidad de Bucarest desde 1894 (es decir, cuando sólo contaba veintitrés años de edad)

A esta brillantez intelectual sumaba Nicolae Iorga una extraordinaria capacidad de trabajo que, a lo largo de su azarosa existencia, le permitió dejar impresos más de ochocientos libros. Además, sus actividades culturales en pro del desarrollo de su pueblo incluyeron también la fundación de la Universidad Popular de Valenii de Munte (1908) y el Instituto Europeo Sudoriental (1913), sin olvidar su papel decisivo en el lanzamiento de numerosos periódicos y revistas culturales (centradas, sobre todo, en los estudios históricos y literarios)

Sus actividades políticas adquirieron gran relieve cuando fundó el Partido Nacional Demócrata, que en 1930 apoyó firmemente al rey Carol II, tras su regreso del exilio, en sus pretensiones para subir al trono rumano. Durante el bienio de 1931-32 fue Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Instrucción, cargo que aprovechó para introducir, desde la vía político-administrativa, algunas de las muchas reformas culturales con las que pretendía contribuir a la modernización del país

En su faceta de historiador, Nicolae Iorga desarrolló una ingente labor que no es posible resumir en la mera cita de algunos de sus títulos más relevantes, como Notas y documentos para contribuir al estudio de la historia de los cruzados (publicadas en tres volúmenes, entre 1899 y 1902), Historia del pueblo rumano en el marco de su organización estatal (1905), Historia del Imperio turco (1908-12), Istoria literaturilor romanice (1919-20, publicada también en tres volúmenes), Historia del arte romano antiguo (1922), Ensayo de una síntesis de la historia de la humanidad (1926-28, 4 vols.), e Histoire des Roumains et de la Romanité orientale (Historia de los rumanos y de la romanización oriental, 1937-45, 10 vols.). Además, entre 1925 y 1933 publicó una Historia de la literatura rumana que, junto con algunas de las obras citadas anteriormente, contribuyó de forma decisiva a dotar a la cultura de su pueblo de una dimensión histórica que la insertaba plenamente en la tradición intelectual y espiritual europea

Al margen de estos trabajos de investigación, Nicolae Iorga tuvo tiempo para entregarse al cultivo de una innata vocación literaria que le llevó a escribir y publicar varios libros de poesía, así como algunos dramas en verso, varios escritos de prosa autobiográfica y otros trabajos ensayísticos centrados en la crítica literaria. Su verdadera dimensión de polígrafo y humanista completo y polifacético no quedaría completa sin recordar la magnitud de su producción periodística, dispersa en numerosos rotativos y revistas de toda Europa

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(Villarreal de Urrechua, 1820 - Ichaso, 1881) Poeta español en lengua vasca. Por su facilidad para conectar con el pueblo, su magistral empleo de los registros familiares y coloquiales del euskera, y su habilidad para componer letras y músicas que llegan directamente a la sensibilidad de las gentes cultas y sencillas, está considerado como uno de los mayores bersolaris de toda la historia literaria y musical del País Vasco.

En su intento por recuperar todas las tradiciones ancestrales de su pueblo, el conjunto de su obra encarna el más puro espíritu del romanticismo, al tiempo que su encendida exhibición de un acusado patriotismo vasco, teñido de fuertes connotaciones religiosas, se adelantó en más de cien años (desde unos postulados "nacionalistas" avant la lettre) a la ideología actual de muchos de sus paisanos

Desde el punto de vista histórico-literario, la vida y obra de José María Iparraguirre representaron, en la cultura popular decimonónica de Euskadi, un intento de recuperar la figura medieval de los juglares. LLevó una vida bohemia que, de aventura en aventura, se fue nutriendo de zortzicos y otras composiciones de tipo popular nacidas al compás de la guitarra que él mismo tañía. Al mismo tiempo, hizo gala de un talante levantisco que le llevó a intervenir activamente en las Guerras Carlistas, al término de las cuales hubo de emprender el camino del exilio.

Tras haber peregrinado por tierras francesas, suizas, alemanas e hispanoamericanas, finalmente pudo regresar a España para instalarse en un café de Madrid, donde tuvo ocasión de estrenar su célebre tema "Gernikako Arbola" ("El árbol de Guernica"), que en la actualidad se ha convertido en uno de los himnos populares de Euskalerría

Además de "El árbol de Guernica", José María Iparraguirre compuso otras muchas piezas poéticas que han pasado al acervo lírico-tradicional del pueblo vasco, algunas de ellas tan conocidas como "Ume eder bat" ("Un niño hermoso"), "Agur Euskalerriari" ("Adiós a Euskalerria") y "Nere Etorrera lur maitera" ("Mi regreso a la tierra querida")

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