Zar de Rusia (1547-1584).
Hijo de Basilio III y de Elena Glinski y nieto de Iván III Vasilevich el Grande, al casarse con Sofía Paleólogo, sobrina del último emperador de Bizancio, asumió la tradición imperial y transmitió a su hijo el título de zar. Sin embargo, Iván IV fue el primero de los grandes príncipes rusos en hacerse llamar oficialmente «zar de todas las Rusias».
Muerto su padre en 1533, cuando él contaba tres años, fue coronado y gobernó en calidad de regente su madre, quien cinco años más tarde fue asesinada a consecuencia de las intrigas entre las familias boyardas que se disputaban el poder. Durante los años que precedieron a su gobierno personal fue utilizado políticamente tanto por los Glinski, familia a la que pertenecía su madre, como por los Bielski y los Shuiski.
A partir de 1547, Iván IV, a la sazón de dieciocho años, gobernó con la ayuda de la Rada, consejo privado entre cuyos miembros más influyentes figuraban el sacerdote Silvestre, Macario, su preceptor, y su secretario Alexei Adashev, a quien se debió el talante moderado de los doce primeros años del reinado de Iván. También influyó en este sentido la princesa Anastasia Románov, con quien había casado en 1547.
La tendencia más notoria que Iván IV manifestó al principio fue la de alejar de su lado a la nobleza boyarda, al tiempo que procuraba sentar las bases de una administración estatal unificada y centralizada y crear instituciones con participación popular. Reunió y codificó las ordenanzas del reino en un código (el «Sudiébnik», 1550), en 1549 convocó por primera vez los «Zemski-Sobor», especie de estados generales rusos, y dos años después, un concilio para organizar una Iglesia afín a sus propósitos
Iván el Terrible, un impresionante film de Eisenstein
Además, fijó los campesinos a la gleba, para lo cual determinó el origen de la servidumbre establecida en 1581, y formó su propio cuerpo armado, el de los «streltsí», cuyos miembros eran recompensados con parcelas de tierra, con la finalidad de fortalecer el poder del monarca frente al de la gran aristocracia, además de reorganizar y modernizar el ejército.
Cumplidos los objetivos de esta primera etapa de su reinado, dedicada fundamentalmente a la organización interior, Iván IV el Terrible emprendió una política expansiva que lo condujo a las conquistas de Kazán, en 1552, y Astrakán, dos años más tarde. Ocupó también el valle del Volga y se dispuso a extender el imperio hasta la región de los Urales y Siberia. Con miras a contar con una salida al Mar Báltico, se volvió contra Livonia, pero allí chocó con los intereses de Lituania, Suecia, Polonia y Dinamarca.
Temerosas del auge del nacionalismo ruso, las potencias occidentales bloquearon el principado de Moscovia e impidieron así que recibiera técnicos y armamento europeos. La prolongación del conflicto originó una profunda crisis económica que motivó la reacción de los boyardos y del clero. La muerte de su esposa en 1560 acentuó el autoritarismo de Iván IV, quien mostró los primeros síntomas psicopáticos, que, agravados más adelante, lo llevaron a cometer todo tipo de atrocidades –a las cuales debió el apelativo de el Terrible– y a una religiosidad exacerbada y próxima al delirio.
Entre 1560 y 1564, valiéndose de los «streltsí» y con el propósito de reforzar su poder frente a la aristocracia, desencadenó una sangrienta represión contra los boyardos y el clero, prescindiendo de los consejeros de la Rada. Incluso atacó y devastó en 1570 las antiguas ciudades libres de Novgorod y Pskov, y, en 1581, hizo asesinar a su primogénito.
Sin encontrar solución para el conflicto de Livonia, éste se prolongó hasta 1583. Agotadas sus tropas y acosado por la crisis económica y los problemas sociales y políticos del imperio, Iván el Terrible se vio obligado a ceder Livonia a Polonia y las regiones de Ingria y Carelia meridional a Suecia y a renunciar a su pretensión de disponer de un puerto en el Mar Báltico
(Moscú, 1666 - 1696) Zar de Rusia de la Dinastía Romanov (1682 - 1696). Era el último hijo varón del zar Alexei I Mijailovitch y de su primera esposa, María Miloslavkaya. Algunos de sus numerosísimos hermanos fueron la regente Sofía Alekseieva y el también zar Feodor III, y entre sus hermanastros, el futuro Pedro I el Grande. Desde su nacimiento tuvo carencias físicas y mentales: era casi ciego, de locución torpe, débil, enfermizo y medio retrasado
Iván V
Por ello, cuando en abril de 1682 falleció su hermano Feodor, después de haber reinado apenas seis años, una asamblea especial presidida por el patriarca Joaquín quiso nombrar zar a su hermanastro Pedro, hijo de la segunda esposa de Alejo, Natalia Narishkina, y a ésta de regente. Pero frente a los Narishkin se alzó Sofía, que ambiciosa iba a reclamar el poder para ella y para la familia de su madre, los Miloslav.
Para ganarse el apoyo de la guardia imperial, los streltsi, cuya fuerza era decisiva, extendió el rumor de que los Narishkin querían matar al joven Iván (tenía dieciséis años). Así, el 15 de mayo, los streltsi y varios miles de personas se dirigieron al Kremlin y masacraron a varios miembros de esta familia. Luego solicitaron a la asamblea que Iván y Pedro reinasen conjuntamente, y que Sofía ejerciese como regente. La coronación se celebró el 6 de julio de 1682
Se hizo para ambos zares dos tronos, dos coronas y dos cetros exactamente iguales, pero las diferencias de carácter entre ambos hermanos eran evidentes. Iván, incapaz de gobernar, no atendía a ningún asunto, y necesitaba la ayuda de sirvientes, mientras que Pedro, a pesar de ser de menor edad (diez años), era muy dinámico y se ganaba el aprecio de la gente. Pronto Sofía, para favorecer a Iván V, le alejaría de la corte.
Poco después, Iván contraería matrimonio, gracias también a las gestiones de su hermana, con Prascovia, hija de Fedor Saltikov; para sorpresa de muchos tendría con ella cinco hijas, María (1689), Feodosia (1690), Catalina (1692), la futura zarina Ana (1693) y Prascovia (1694), pero no un varón que hubiera prolongado probablemente la regencia de Sofía. En cualquier caso, durante varios años ésta se hizo cargo de todos los asuntos de gobierno
En agosto de 1689 su hermanastro Pedro se haría con el poder, recluyendo a Sofía en el convento Novodevichi; su vida y hasta su condición formal de zar fueron respetadas, ya que políticamente era inofensivo y en realidad nunca había tenido el gobierno en sus manos. En tales condiciones viviría aún varios años, hasta 1696, falleciendo con sólo unos treinta de edad