Reina de León (869-910). Su matrimonio con Alfonso III de León originó un período de fraternidad entre los reinos de Navarra y Aragón. Se le supone instigadora de la rebelión de su hijo primogénito, García, contra su padre Alfonso III (910)
(s. XI) Dama asturiana, de familia noble y esposa del Cid Campeador, con quien contrajo matrimonio en 1074. Tras el destierro del Cid (1081), vivió con sus hijos en el monasterio de San Pedro de Cardeña y sufrió prisión cuando se produjo la segunda acusación contra su esposo (1087), con el que se reunió en Denia (1094). A la muerte del Cid (1099), siguió en la ciudad de Valencia hasta 1102