Padre de la Iglesia de Oriente. Su apodo, Crisóstomo (que significa boca de oro), alude a su excepcional elocuencia. Sacerdote de Antioquía, fue nombrado patriarca de Constantinopla. Su rigor y su celo reformista le crearon una serie de oposiciones políticas, que le granjearon la hostilidad de la poderosa emperatriz Eudoxia. Depuesto por un sínodo, fue desterrado a la Capadocia, donde murió. Fiesta el 13 de septiembre
(Damasco, fin. s. VII-cerca de Jerusalén, h. 749) Doctor de la Iglesia griega. Pese a ejercitar la dialéctica y defender la verdad de la filosofía frente al escepticismo, sostuvo que tanto una como otra quedaban subordinadas a la teología. Combatió duramente la herejía iconoclasta, lo que le enfrentó al emperador bizantino León III. Su obra más importante, El origen del conocimiento (revisada en 743), fue capital en la conformación de los principios de la Iglesia Ortodoxa griega. Compuesta de tres partes, en ella elaboró una síntesis teológica que bebía de Porfirio, Epífano y Aristóteles, de cuyo sistema lógico ofreció una introducción. Su estilo de exposición formal tuvo una gran influencia sobre la escolástica medieval