Poeta húngaro vanguardista de acusada orientación social y revolucionaria. Aunque de origen popular y humilde, la perfección formal y el refinamiento de sus primeros versos (El mendigo de la belleza, 1922; Un león transparente, 1924; Es a mí a quien entierran, 1926) hicieron que destacara desde sus inicios.
Después de una infancia mísera y difícil durante la que ejerció múltiples actividades para sobrevivir, estudió en Viena en 1925 y 1926, donde conoció a otros vanguardistas húngaros como Kassak y T. Déry, inspiradores de la revista Dokumentum de Budapest.
Vivió cerca de un año en París, en condiciones siempre precarias, y se relacionó con los medios de la emigración húngara militante, tras lo que se afilió a la Unión Anarco-Comunista. Escribió entonces algunos poemas en francés, aunando la inspiración popular húngara y la surrealista: de este estilo es Corales (1928). De regreso en Hungría, trabajó como oficinista y se incorporó a la oposición comunista clandestina.
Pronto tuvo problemas, sin embargo, con la organización, a causa de su espíritu independiente y rebelde, por lo que fue expulsado del partido o lo abandonó voluntariamente en 1933. Pese a ello, el régimen de posguerra continuó considerándolo siempre su poeta oficial. A partir de la vuelta a su país su poesía se tornó deliberadamente narrativa y abordó multitud de temas, con frecuencia políticos y dotados de una importante característica evocativa. Destacan composiciones como La tristeza del expulsado del partido, A orillas del Danubio o Levegott.
Llevó una vida atormentada por diferentes motivos, lo que lo empujó a relacionarse con el psicoanálisis y a someterse a su terapia. Luego de una de sus sesiones terapéuticas compuso El cuaderno de ideas libres (1936), impresionante poema dadaísta que permaneció inédito durante aproximadamente cincuenta años. Ese mismo año fundó una revista, La Palabra Hermosa, y al siguiente, enfermo, cansado y desilusionado, se quitó la vida echándose, en un acceso de desesperación, bajo las ruedas de un tren
(Jrushov, Jruschev o Kruschev) Dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Kalinovka, Kursk, Rusia, 1894 - Moscú, 1971). Procedente de una familia minera, participó en la Revolución bolchevique (1917) y luchó en el Ejército Rojo durante la Guerra Civil que le siguió (1918-20). Luego hizo carrera política en el Partido Comunista de Ucrania, hasta llegar a ser primer secretario de la región de Moscú (1935-38) y de la República de Ucrania (1938-49).
Nikita Jruschov
Desde este último cargo se esforzó por reducir el nacionalismo ucraniano; organizó la anexión de los territorios ganados por Ucrania en virtud del reparto de Polonia entre la Alemania nazi y la Unión Soviética; y dirigió la resistencia contra la invasión alemana en el curso de la Segunda Guerra Mundial (se distinguió especialmente en la batalla de Stalingrado). Sobrevivió a todas las purgas de la época, haciendo gala de un gran celo estalinista. En 1949 regresó a Moscú, donde empezó a destacar como especialista en cuestiones agrícolas en el Comité Central
Al morir Stalin en 1953, Jruschov fue elegido primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, compartiendo el poder con una dirección colegiada del Presídium del partido. Paulatinamente, Jruschov se erigió en líder de una corriente renovadora, dispuesta a romper con el pasado estalinista: primero se deshizo del ministro del Interior Beria, que representaba la pervivencia del estalinismo; la mala marcha de la economía le permitió apartar también a su rival, el primer ministro Malenkov (1955); la dimisión del nuevo primer ministro, Bulganin, en 1958, permitió por fin a Jruschov concentrar personalmente la dirección del Estado y del partido.
En 1956 defendió ante el XX Congreso del Partido un informe en el que denunciaba los crímenes y errores de la época de Stalin, el culto a la personalidad y el dogmatismo ideológico. Un año después eran expulsados del Comité Central los dirigentes más significativos de la etapa anterior, en medio de un proceso general de desestalinización. Y en 1961 hizo que el XXII Congreso del Partido condenara oficialmente a Stalin
Jruschov orientó la política soviética en un sentido liberalizador, pero manteniéndose dentro de la ortodoxia comunista y de la dictadura de partido único. Así, aunque impulsó la reconciliación con la Yugoslavia de Tito, no dudó en intervenir militarmente para aplastar la revuelta anticomunista de Hungría (1956) y rompió con la China de Mao (1961). Aunque acuñó la doctrina de la «coexistencia pacífica» con el bloque occidental, las relaciones con Estados Unidos incluso empeoraron, a raíz de la construcción del Muro de Berlín (1961) y del intento de instalar misiles en Cuba (1962).
Encuentro con Kennedy en Viena (1961)
Bajo su mandato, la URSS obtuvo logros significativos en la carrera espacial (lanzamiento del primer satélite en 1957 y primer vuelo espacial tripulado en 1961) y en la carrera de armamentos; pero fracasó en su intento de llevar la rivalidad entre las superpotencias al terreno económico. Lanzó planes orientados a revitalizar la economía soviética para alcanzar a Estados Unidos: descentralizó la planificación aumentando la autonomía de regiones y empresas, impulsó la colonización de tierras vírgenes en Siberia, fomentó la investigación científica, prestó mayor atención a la agricultura y la industria ligera, dio prioridad al abastecimiento de bienes de consumo…
Fueron precisamente sus fracasos en materia económica (los malos resultados agrícolas obligaron a la importación masiva de cereales) los que, unidos al aislamiento exterior, debilitaron a Jruschov y permitieron que se fraguara una conspiración para apartarle del poder. Las reformas que había iniciado para aligerar la burocracia le habían hecho impopular en el partido y en la Administración. En 1964 fue forzado a dimitir, sucediéndole al frente del partido uno de sus más estrechos colaboradores, Leonid Brezhnev