Dramaturgo húngaro. Creador de la tragedia nacional magiar, es conocido, sobre todo, por su Bánk Bán (1815), inspirada en un episodio de la Edad Media húngara
(Chosu, 1847 - Tokio, 1913) Político y militar japonés. Fue uno de los principales políticos japoneses en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, y primer ministro del gobierno japonés en tres períodos diferentes: 1901-1906, 1908-1911 y 1912-1913. Durante sus mandatos, Japón llegó a convertirse en una gran potencia en Asia
Nació en el seno de una familia de samuráis. Ingresó como samurai en la organización militar del dominio, llamada Kihetai, al frente de la que se encontraba Takasugi. Participó en las luchas que mantuvo su clan en 1864 con las escuadras de Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Ingresó en el ejército japonés en 1867. Participó en el movimiento contrario al sogunado en el dominio de Chosu y en la guerra civil Boshin. Durante la Restauración Meiji, sucedida en 1868, apoyó a la casa Imperial en contra de la poderosa familia Tokugawa.
Taro Katsura
Tras su participación en la Guerra de la Restauración del Mikado fue el encargado de mandar la guardia del Palacio Imperial de Kioto en 1868 durante los incidentes que siguieron a la Revolución Meiji. Se trasladó a Tokio en 1869 para estudiar los métodos militares franceses. Hacia finales de ese año ingresó en la escuela de lenguas extranjeras de Yokohama. En septiembre de 1870 viajó a Prusia para completar su formación militar. Permaneció tres años en Berlín estudiando la estrategia y las tácticas de los ejércitos occidentales.
En 1875 fue nombrado agregado militar en la Embajada de Japón en Berlín. Regresó a Japón en 1878 ingresando en la administración pública en el Negociado de Administración Pública. En 1882 fue transferido al ministerio de la Guerra. En 1883 acompañó al ministro de Guerra Oyama Iwao en su viaje a Europa, durante el cual ambos militares inspeccionaron diversas instalaciones militares europeas. Durante su visita logró convencer al experto militar alemana Klemens Wilhelm Jacob Meckel para que fuera a Japón a impartir clase en el Colegio del Alto Mando. En 1885 ascendió al rango de general. Desde 1886 a 1891 desempeñó el cargo de viceministro de la Guerra. Junto con el ministro, Yamagata Aritomo, trató de establecer en el ejército japonés los métodos militares alemanes.
Desmontó numerosas guarniciones, creó nuevas divisiones y separó los cargos del Alto Mando del mando directo del ejército. De esta forma trataba de dotar a Japón con un ejército moderno. En 1890 como miembro del comité de presupuestos logró gracias a sus influencias que el recién creado Parlamento aumentara los presupuestos militares. Durante la Guerra Chino-japonesa (1894-1895) estuvo al frente de la 3º División. Junto con sus hombres el 4 de marzo de 1895 capturó la ciudad de New-chwang. Además tuvo una participación destacada en las batallas de Chilien y Hailscheng. Por los méritos contraídos durante la contienda el emperador le concedió el título de vizconde.
Fue gobernador general de Formosa en 1896, puesto que abandonó pocos meses después cuando fue nombrado comandante en jefe de la bahía de Tokio. Gracias a la influencia de su protector Yamagata Aritomo, en aquel momento primer ministro, ocupó la cartera de Guerra entre 1898 y 1901. En 1900 envió tropas a Pekín, para combatir contra los boxers y lograr la liberación de las legaciones extranjeras, que se encontraban asediadas.
Fue nombrado primer ministro en 1901 en sustitución del marqués Ito, cargo que desempeñó durante cinco años. Mientras que trataba de ampliar el poder del ejército a su vez intentó mantener buenas relaciones con los partidos políticos. Tuvo que hacer frente a la crisis en Manchuria. En diciembre de 1903 entró a formar parte del Gran Consejo de Guerra, órgano recién creado, y que tenía su sede en el Palacio Imperial. Sus esfuerzos por conseguir establecer una alianza diplomática con Inglaterra le valió el título de conde.
Tuvo un importantísimo papel en la victoria de Japón en la Guerra Ruso-japonesa (1904-1905), gracias a lo que recibió el título de marqués. Poco a poco se fue haciendo impopular, ya que era visto por la población como el representante del poder del ejército y los dominios. Fue acusado de estar usando el poder para sus ambiciones personales, favorecer a sus partidarios y perjudicar al pueblo. Se vio obligado a dimitir en 1906 tras los tumultos de Hibiya que se produjeron a causa de la oposición de la mayoría de la población japonesa a la firma del tratado de Portsmouth, el cual puso fin a la guerra con Rusia.
Volvió a ponerse en frente del gobierno en julio de 1908 tras la dimisión de Saionji, quien dimitió al ser incapaz de resolver los graves problemas de la economía japonesa. Esta vez compartió el cargo con la dirección del ministerio de Finanzas, con lo que trataba de sacar a Japón de las profunda crisis en al que se encontraba sumergida. Durante este nuevo periodo al frente del gobierno logró completar la anexión de Corea a Japón, a pesar de haber reducido notablemente los gastos del ejército y de la marina. En la cuestión de Corea contó con la fuerte oposición del marqués Ito Hirobumi, líder del partido Rikken Seiyukai (Amigos del Gobierno Constitucional), quien era contrario a la anexión y prefería el establecimiento de un gobierno títere al frente de la península.
En 1910 tomó medidas en contra del movimiento socialista. Ordenó la detención de la mayoría de sus dirigentes, a los que acusó de delito de lesa majestad. Poco antes de abandonar la presidencia del gabinete en 1911 fue elevado a la dignidad de príncipe, nombramiento en el que influyó notablemente la anexión de Chosen. Junto con una serie de políticos de orientación conservadora fundó un nuevo partido político, el Partido Constitucional (Rikken Doshi-kai), con el que pretendía oponerse en el Parlamento al partido mayoritario, el Siyukai de Ito.
Gracias a esta formación logró recuperar el gobierno en diciembre de 1912. Se vio obligado a dimitir en febrero de 1913 a causa del malestar creado entre la opinión pública a causa de su política autoritaria y su intención de rearmar el país. Todos los partidos de la oposición lanzaron contra él el Primer Movimiento Nacional para defender la Constitución