Hispanista alemán. Fue profesor de la Universidad de Hamburgo y director del Instituto de Lingüística de Mendoza (Argentina). Estudió la frontera lingüística entre el catalán y el languedociano, y las particularidades del extremeño y el leonés. En su obra Los altos Pirineos (1936-1939) estudió el vocabulario pirenaico
(O Paulus Krüger, llamado Ohm Kruger) Líder político de los bóers sudafricanos (Vaalbank, El Cabo, 1825 - Clarens, Suiza, 1904). Nació en la colonia británica de El Cabo en una familia puritana de origen alemán, establecida desde la época de la colonización holandesa. Los conflictos entre las autoridades coloniales británicas y la población europea no británica establecida con anterioridad (los bóers) forzaron a la familia a sumarse a la Gran Migración hacia el norte (el Great Trek de 1836-44). Los Kruger se instalaron en el Transvaal, participando en la fundación de un Estado bóer sobre aquel territorio, del que Paul llegaría a ser vicepresidente (1852).
Paul Kruger
Cuando, en 1877, Gran Bretaña se anexionó también aquella región, Kruger encabezó la resistencia junto con Pretorius y Joubert, consiguiendo que el gobierno británico reconociera la independencia de la República del Transvaal, tras imponerse en la «Primera Guerra de los bóers» (batalla de Majuba, 1881). Kruger fue elegido presidente del Transvaal (1883-1900), ejerciendo un gobierno autoritario, paternalista e inspirado en la interpretación protestante de la Biblia.
El descubrimiento de minas de oro en Witwatersrand (1886) impulsó el crecimiento económico y atrajo hacia el Transvaal trabajadores inmigrantes europeos (los uitlanders), a los que el gobierno mantuvo marginados y privados de derechos políticos. Las ambiciones británicas sobre el territorio se acrecentaron, dando lugar a graves incidentes como el raid de Jameson de 1895 (frustrada expedición británica lanzada por Rhodes para derrocar a Kruger con apoyo de los uitlanders).
Bajo la dirección antibritánica de Kruger, el Transvaal se preparó para la guerra comprando armas a Alemania y, finalmente, desató la Guerra de los bóers (1899-1902). Tras algunos éxitos iniciales del general bóer Smuts en los ataques a El Cabo y Natal, el curso de la guerra se inclinó de parte de las fuerzas británicas (mandadas por Kitchener).
En 1900 Kruger viajó a Europa en busca de ayuda, pero la simpatía que su causa despertaba en Alemania, Francia y Holanda no se tradujo en aportaciones que pudieran impedir la derrota y la transformación del Transvaal en colonia británica (Paz de Vereeniging, 1902). Kruger vivió exiliado en Europa hasta su muerte