Cantante y actor de cine estadounidense. Su presencia imponente y una voz de tenor de notables cualidades hicieron de Lanza una de las figuras características del cine musical de la década de los cincuenta. Hijo del matrimonio formado por un veterano de guerra y una costurera, fue un estudiante mediocre, escasamente atraído por el conocimiento. No obstante, siempre fue muy aficionado al canto, incluso cuando trabajaba en el negocio de ultramarinos de su abuelo.
De ahí que, inesperadamente, superase una audición en 1942 con el director Serge Koussevitzky. Con esos méritos, participó como tenor en el Berkshire Summer Festival celebrado en la localidad de Tanglewood y, poco después, la firma Columbia le invitó a cantar en varios espectáculos operísticos. Lamentablemente, la Segunda Guerra Mundial interrumpió su carrera discográfica
La película El gran Caruso (1951), de Richard Thorpe, relanzó su trayectoria profesional y sirvió para identificarlo con el tenor biografiado en el filme. Su siguiente éxito en las pantallas fue Dos pasiones y un amor (1956), de Anthony Mann. Personaje habitual en galas benéficas y espectáculos de televisión, Lanza soportó mal las presiones de la fama y pronto se aficionó al consumo compulsivo de alcohol y barbitúricos. A estos excesos y a su neurótica lucha contra la obesidad se achaca su muerte por fallo cardiaco en Roma
(Juan Bautista Amorós, Madrid, 1856-Getafe, 1912) Escritor español. A su celebridad contribuyeron algunos miembros de la generación del 98, sobre todo Ramón Gómez de la Serna, editor de sus escritos póstumos (1918). Escribió novelas naturalistas, como Ni en la vida ni en la muerte (1890) y, sobre todo, relatos llenos de un peculiar sentido del humor (Artuña, 1893; La rendición de Santiago, 1907)