Prelado italiano. Abad del monasterio de Bec (1402), en Francia, abrió en él una escuela de teología, célebre en todo Occidente. Tuvo como discípulo a San Anselmo. Guillermo el Conquistador, al apoderarse de Inglaterra, le nombró arzobispo de Canterbury (1070). Lanfranco, en realidad, se convirtió en virrey del país a causa de las prolongadas ausencias de Guillermo y restauró la disciplina en la Iglesia anglonormanda. Escribió, entre otras obras, De doctrina christiana
(Terenzo, 1582-Roma, 1647) Pintor italiano. Fue discípulo de Agostino Carracci en Parma y de Annibale Carracci en Roma. Es autor de importantes frescos, entre los cuales destacan los del palacio Mattei y los de la villa Borghese, en Roma, y los de la cúpula de San Genaro, en Nápoles, en los cuales mostró gran audacia en los escorzos y un agudo sentido de la perspectiva, virtudes que hacen de él un excelente decorador barroco