Dama francesa, hija natural de la condesa de Albon. Fue dama de compañía de Mme. Deffand. Su salón fue centro de reunión de numerosos enciclopedistas
Diplomático francés que construyó el canal de Suez (Versalles, 1805 - La Chesnaye, Indre, 1894). Tras acceder a la carrera diplomática por tradición familiar, recibió varios destinos en el área del Mediterráneo, entre otros en Madrid (1848-49) y en la Roma de Mazzini (1849); fue su fracaso en esta última misión el que le llevó a abandonar el servicio diplomático. Antes, sin embargo, había servido algún tiempo en Egipto (al igual que su padre), donde había trabado amistad con el príncipe heredero Said.
El acceso de éste al Trono en 1854 le dio a Lesseps la oportunidad de poner en práctica un viejo proyecto suyo, consistente en construir un canal de navegación a través del istmo de Suez, que conectara el Mediterráneo con el mar Rojo. Dicha idea había sido lanzada por los discípulos de Saint-Simon, pero la cercanía de Lesseps con el nuevo pachá le otorgó una ventaja decisiva para hacerla realidad.
Tras obtener de Said una concesión por 99 años (en 1856), fundó la Compañía Universal del canal de Suez en 1858 e inició los trabajos al año siguiente. Al hacerlo ignoró las repercusiones geoestratégicas y políticas, pues la prevista ruta del canal pasaría a ser un eje crucial en las comunicaciones del Imperio Británico, uniendo la India con Inglaterra a través del Mediterráneo. El gobierno británico presionó al sultán otomano (de quien teóricamente era vasallo Egipto) para que retrasara la obra de Lesseps.
Pero no lo consiguió y la obra siguió adelante, con participación financiera del pachá, pero con una mayoría del capital en manos francesas, lo cual daba a la Francia de Napoleón III una presencia en esa estratégica zona. No es de extrañar, por ello, que tanto el emperador como la emperatriz Eugenia de Montijo prestaran un apoyo constante al proyecto del canal. La muerte de Said en 1863 fue un contratiempo, pues su sucesor, Ismail Pachá, retiró a los trabajadores autóctonos con intención de impedir las obras; Lesseps reaccionó con la introducción de máquinas modernas que permitieron completar la construcción del canal en 1869
El éxito obtenido en Suez convirtió a Lesseps en un héroe nacional, celebrado en Francia como símbolo del progreso. Aunque la influencia francesa en Egipto se fue debilitando por la presión de Gran Bretaña (que compró la participación del pachá en el canal en 1875), el prestigio personal de Lesseps no decayó. Animado por el éxito, inició una segunda operación para atravesar con otro canal navegable el istmo de Panamá, conectando el Atlántico con el Pacífico. En 1879 fundó una compañía por acciones y en 1880 inició los trabajos en Panamá.
En este caso, sin embargo, las dificultades geográficas y climáticas hicieron que las obras avanzaran con lentitud, mientras la compañía se endeudaba desmesuradamente ocultando al público su situación real. En 1889 se detuvieron los trabajos y la compañía se declaró en quiebra, provocando la ruina de muchos inversores; la construcción del canal de Panamá quedaría abandonada hasta que la retomaran definitivamente los Estados Unidos en 1901. Lesseps perdió la razón como consecuencia, por lo que quedó ajeno a la condena que le impusieron los tribunales, anulada más tarde