Escritor chileno. Influido por el naturalismo de Zola y los escritores rusos de finales del siglo XIX, extrajo sus temas de la miserable situación de los mineros de Chile.
Tras fallecimiento de su padre, hubo de ponerse a trabajar en la pulpería de su ciudad, sin poder finalizar los estudios secundarios en el Liceo de Lebu. Creció escuchando las historias de los mineros, observando su triste y dura realidad, y empapándose a la vez de la narrativa realista y naturalista europea de la época (Balzac, Zola) y de los grandes novelistas rusos, especialmente Dostoievski
Baldomero Lillo
En 1898 se trasladó a Santiago, donde desempeñó trabajos menores hasta que su hermano Samuel le consiguió un empleo administrativo en la Universidad de Chile. Ya en sus años juveniles se había despertado en él la atracción por la poesía; se le conoce un poema titulado El Mar, publicado en 1898 en la Revista Cómica. En 1903 ganó el concurso de cuentos de la Revista Católica con el relato Juan Fariña. Colaboró además en revistas como Zig-Zag y en el diario Las Últimas Noticia
Pero el reconocimiento general lo obtuvo al relatar magistralmente la dura vida de los mineros en Sub-terra (1904), obra de lo que se llamaría después "literatura de denuncia", compuesta por seis cuentos donde se destacan El grisú y El chiflón del diablo. A éste siguió Sub-sole (1907), con trece cuentos que relatan temas de la emergente sociedad industrial, como El alma de la máquina.
En 1907, impresionado por la huelga de mineros y la matanza de la Escuela Santa María de Iquique, Lillo viajó al norte del país para recoger información y comenzó a escribir La huelga, novela que nunca terminaría. Parte de su producción de esa época no sería publicada en libro hasta muchos años después de su muerte: entre 1906 y 1907, Lillo publicó en algunos diarios doce cuentos que serían recopilados y editados en 1942 por José Santos González Vera con el título de Relatos Populares. Catorce años después, José Zamudio publicaba tres cuentos de Baldomero Lillo con el nombre de El Hallazgo y otros cuentos del mar (1956). Otros tres relatos suyos serían publicados posteriormente con el título de Pesquisa Trágica (1963)
Pese a su brevedad, la obra de Baldomero Lillo es de extraordinaria relevancia en la historia literaria chilena. Es uno de los principales exponentes del realismo social, aunque la estética modernista está presente en sus relatos. Valiéndose de un lenguaje directo, preciso y sorprendente, sumerge al lector en lo más profundo de las dolencias de su personajes y en lo sombrío del mundo narrado; sus finales dramáticos y abruptos, excelentemente trabajados, causan un fuerte impacto.
(Eusebio Lillo y Robles; Santiago, 1826-1910) Político, periodista y poeta chileno que desarrolló su literatura dentro del romanticismo que predominó en las letras de su país durante el siglo XIX. Político activo y también comerciante, su fama entre los escritores de la época se forjó a partir de su elaboración de la letra de la Canción Nacional de Chile, que en 1848 sustituyó a la escrita por Bernardo Vera y Pintado, aunque de éste se conservó el coro.
Eusebio Lillo
Como tantos otros románticos de su tiempo, Eusebio Lillo estudió en el Instituto Nacional de Santiago, donde también fue discípulo de Andrés Bello. Desde 1944 trabajó de oficial en el Ministerio del Interior. Corresponsal de El Mercurio y de El Comercio de Valparaíso, colaboró además en la Revista de Santiago y en los periódicos La Barra y El Amigo del Pueblo.
Lillo destacó como promotor de la revolución de 1851, que fue el primer intento de llevar a los liberales al poder. Sufrió por ello cárcel durante el gobierno de Manuel Montt y fue desterrado a Valdivia, de donde huyó hasta recalar en Lima. Regresó a Chile en 1852 y continuó su actividad periodística en la publicación La Patria. Posteriormente marchó a Bolivia; allí fundaría el Banco de la Paz y colaboraría en el desarrollo de la minería. De nuevo en Chile, en 1878 fue alcalde de Santiago y después intendente de Curicó. Participó también en la guerra del Pacífico como secretario de la Escuadra y ministro diplomático en campaña.
Elegido senador por Talca en 1882, fue nombrado ministro del Interior del gobierno de José Manuel Balmaceda en 1886, y elegido presidente de la Alianza Liberal. Balmaceda le confió su testamento político antes de su suicidio, un valioso documento que Lillo publicó, cumpliendo con ello la voluntad del presidente liberal.
La mayor parte de la obra poética de Eusebio Lillo se concentró en sus años de juventud. La suya es una lírica de plena expresión de los ideales románticos: el amor, la naturaleza, la nostalgia, el miedo y los recuerdos. Se le denominó el "poeta de la flores" debido a composiciones como La violeta, El junco y A una madreselva; además, dedicó poemas a grandes damas: A Isadora, A Matilde, A Elena. También, como otros coetáneos de la generación romántica, escribió algunas leyendas en verso: Loco de amor, Recuerdos del proscrito y Canto de Caupolicán en un día de batalla.
Sin embargo, a pesar de su intensa producción, no se publicó en vida del autor ninguna recopilación de sus poemas. Póstumamente aparecieron dos antologías: primero una edición de su obra en un solo volumen a cargo de Carlos Vildósola (1923) y luego otra edición más cuidada, con motivo del Centenario de la Canción Nacional (1948), que realizó Raúl Silva Castro.