Orador ateniense. Estudió retórica en Turioi (Magna Grecia), y luego regresó a Atenas, donde se dedicó a la enseñanza. Perseguido por el gobierno oligárquico de los Treinta, que condenó a muerte a su hermano Polemarco, se refugió en Megara, desde donde apoyó el restablecimiento de la constitución democrática. De regreso en Atenas, se dedicó a la logografía, y persiguió en los tribunales a Eratóstenes, uno de los Treinta. En el alegato Contra Eratóstenes, su pieza maestra, describe el terror que reinaba entonces en Atenas. Existen otros discursos de Lisias (Por la constitución, 403; Olímpica, 388) que muestran su elocuencia sobria, y por los que ha sido considerado como el máximo exponente del aticismo, en contraposición a los estilos más rebuscados de Antifonte o de Isícrates
(Pellas, c. 360-Curopedio, Lidia, 281 a.J.C.) General macedónico. Lugarteniente de Alejandro Magno, a la muerte de éste recibió Tracia y en 306 a.J.C. se proclamó rey. Participó en las luchas que enfrentaron a los diadocos, ocupando Macedonia y ampliando sus posesiones en Asia Menor. Su imperio acabó siendo desmembrado, muriendo cuando luchaba contra Seleuco I Nicátor en la batalla de Curopedio (281 a.J.C.)