Rey de Francia . Era biznieto de Luis XIV, a quien sucedió en 1715. Durante su minoría de edad gobernó como regente el duque de Orléans, que hubo de hacer frente a la delicada situación financiera en que el Rey Sol había dejado a Francia. De hecho, no hizo sino agravar los problemas con el frustrado intento de sanear las arcas reales con el experimento bancario de Law (1717-20).
Aunque Luis fue declarado mayor de edad en 1723, no asumió el poder hasta veinte años después, dejando los asuntos en manos del Duque de Borbón (1723-26) y del cardenal Fleury (1726-43). El gobierno de este último estabilizó la moneda y las finanzas reales, impulsando un cierto auge económico; pero no pudo impedir comprometer a Francia en la desgraciada Guerra de Sucesión de Polonia (1733-35).
Entretanto, Luis XV se dedicaba a la caza, los viajes y las diversiones de la corte. Desde que en 1743 asumió personalmente la dirección del reino, no dejó de cometer errores que contribuyeron a desprestigiar a la Monarquía y prepararon el terreno para la Revolución que destronaría a su sucesor, Luis XVI.
Dejó crecer la influencia política de sus sucesivas amantes, sobre todo la Marquesa de Pompadour y la duquesa Du Barry, en medio de un lujo cortesano desaforado que escandalizaba a los franceses por su derroche. Mantuvo el equilibrio entre dos facciones enfrentadas en la corte, llamando a gobernar alternativamente a una y otra. Alentó y luego prohibió la obra de los enciclopedistas, que contenía la crítica de los ilustrados al orden establecido. Fue incapaz de superar la oposición nobiliaria a las imprescindibles reformas hacendísticas que emprendió.
También fue inconstante en política exterior, sin obtener resultados ni de su inicial alianza con Prusia contra Austria (Guerra de Sucesión austriaca, 1740-48) ni de la posterior con Austria contra Prusia y Gran Bretaña (Guerra de los Siete Años, 1756-63), por la cual perdió Francia su imperio colonial en la India y Canadá. Por último, acabó por ser visto como un déspota cuando zanjó la confrontación que mantenía con los parlamentos por motivos religiosos y financieros, desterrando a los parlamentarios y convirtiendo los parlamentos en meros tribunales de justicia (1771)
(Versalles, Francia, 1754-París, 1793) Rey de Francia y Duque de Berry. Heredero de Luis, delfín de Francia, y nieto de Luis XV, en 1770 contrajo matrimonio con la hija de la emperatriz de Austria, la archiduquesa María Antonieta, quien le dio cuatro hijos. Hombre de buenas intenciones pero débil de carácter, poco interesado en los asuntos políticos, se dejó influenciar por la reina y por una camarilla de cortesanos.
En los primeros años de su reinado, las reformas económicas liberales que intentaron sacar adelante sus ministros Turgot, Malesherbes y Necker para reducir el déficit público tropezaron con el recelo de la nobleza. En política exterior, ámbito regido por Vergennes, Francia desempeñó un excelente papel en la guerra de Independencia norteamericana (1778-1783).
La persistente resistencia de los privilegiados a la liberalización de la economía desencadenó una crisis política interna que obligó a convocar los Estados Generales, convertidos en Asamblea Constituyente en 1789. El rey fue mejor considerado tras decretar el voto doble del tercer estado, pero pronto fue atacado tanto por este estamento como por el de los privilegiados.
Una vez iniciada la Revolución de 1789, el rey no pudo frenar al tercer estado y los incidentes se precipitaron. El 14 de julio de 1789 tuvo lugar la toma de la Bastilla. Tras el levantamiento de octubre, se instaló en París y fingió aceptar la Constitución de 1790. Sin embargo, tras su aparente conformidad, Luis XVI había pedido ayuda a los monarcas extranjeros e intentó huir de Francia, pero fue capturado en Varennes.
Se produjo entonces la suspensión de la realeza y una aguda polémica sobre la conveniencia de mantener a Luis XVI en el trono. Volvió a reinar en 1791, con unos poderes tan escasos que él mismo urdió intrigas para llevar el país hacia la anarquía. En 1792, tras el asalto a las Tullerías, fue suspendido definitivamente, juzgado por el delito de traición y condenado a morir en la guillotina