Reina consorte y regente de España . Esta archiduquesa de la Casa de Habsburgo, hija del emperador austriaco Fernando III, se convirtió muy joven en la segunda esposa de su tío, Felipe IV de España (1649). Dio a luz cinco hijos, pero sólo uno de los varones sobrevivió, el que reinaría con el nombre de Carlos II (nacido en 1661).
La muerte del rey en 1665 dejó a la reina madre como regente de la Monarquía durante la minoría de edad de su hijo, asesorada por una Junta de Gobierno. En la práctica, delegó el gobierno en su confesor, el jesuita austriaco Nithard; y se vio enfrentada a la oposición del partido que encabezaba don Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV.
A raíz de la derrota española frente a la Francia de Luis XIV en la Guerra de Devolución (1667-68), don Juan consiguió la destitución de Nithard (1669), pero no el poder, que acabó siendo confiado a un nuevo valido, Fernando Valenzuela. La regente consiguió debilitar al partido de don Juan, concediéndole cargos menores y realizando gran parte de su programa político.
Pero cuando intentó prorrogar su Regencia, basándose en la inmadurez e ineptitud del joven rey, se encontró con la rebeldía de Carlos II, que asumió personalmente el poder en 1675, apoyándose en don Juan de Austria. La tensión política se solventó haciendo a la reina madre primer ministro (1676); pero en 1677, caído ya Valenzuela, fue desplazada y confinada en Toledo.
Regresó a Madrid tras la muerte de don Juan (1679) y siguió ejerciendo hasta su muerte una cierta influencia en la corte, en conflicto con sus nueras. Ante la cuestión crucial de la sucesión de la Corona, planteada por la incapacidad de Carlos II para tener hijos, doña Mariana defendió sin éxito la candidatura de su sobrino José Fernando de Baviera
(Mariana de Jesús de Paredes y Flores, Quito, 1618- id., 1645) Virgen y penitente ecuatoriana. Vivió en su casa como religiosa contemplativa después de que le fuera denegado el ingreso en el convento dominicano de Santa Catalina. Fiesta el 26 de mayo