Poeta venezolano. Fue colaborador en Caracas en la célebre revista literaria Cosmópolis, principal órgano de difusión de las creaciones líricas de los jóvenes poetas modernistas venezolanos. La publicación de sus poemas en la revista El Cojo Ilustrado empezó pronto a a dar difusión a su obra. En 1896 publicó Pentélicas, un poemario de signo modernista que fue prologado por José Vargas Villa y elogiado por José Enrique Rodó. A esta obra le siguió Idilio trágico (1898). En 1908 fundó el diario El Universal. Fue embajador en distintos países europeos; se hallaba en Francia cuando la muerte vino a sorprenderle a los sesenta y un años de edad. Un año antes había dado a la imprenta una selección de su obra poética titulada Poesías escogidas (1930). En Arias sentimentales y otros poemas (1942) se publicaron a título póstumo las composiciones poéticas escritas por Andrés Mata con anterioridad a sus primeras obras
(Quito, 1904) Escritor ecuatoriano. Fue bibliotecario de la Universidad de Cuenca y editor de la Editorial Cenit en esta misma ciudad. Desde muy joven combinó la actividad poética y narrativa con la de biógrafo. En 1932 se dio a conocer con el libro de poemas Galope de volcanes, y en 1935 escribió Chorro cañamazo, obra que fue quemada en público por orden del rector de la Universidad de Cuenca. Su obra más conocida es Sumag Alpa (1940), que en quechua significa «lugar maravilloso», en la cual plasma la desesperación de los indígenas desposeídos. Su poesía se caracteriza por su elocuencia e intensidad, al igual que sus escritos de denuncia, como Zaldumbide y Montalvo (1966), texto que desató una polémica en su país al asegurar que las obras del ensayista Juan Montalvo han sido sobrevaloradas para acrecentar el culto a Gonzalo Zaldumbide. Otras obras suyas son la biografía Dolores Ventimilla (1968), el libro de poemas Funeral de mi sangre (1954) y Sal (1963), su novela más destacada