Compositor francés. Iniciado como organista de un convento a los diez años, se formó en París, donde conoció a Gluck y donde alcanzó fama como autor de óperas. Su música, innovadora por su orquestación, abarca numerosas piezas patrióticas, cuatro sinfonías (1797-1810), ballets y, sobre todo, óperas (El joven Enrique, 1797; José, 1807)
(fines del s. V a.J.C.) Alfarero ático, considerado el máximo representante del estilo «florido». Su obra se distingue por la insistencia en el detalle, rematado con realces en blanco y oro