Químico y farmacéutico español. Realizó los estudios de farmacia en su ciudad natal, donde se licenció en 1905, y un año más tarde alcanzó el doctorado en Madrid. Pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, permaneció en Leipzig y Munich entre 1908 y 1910, fecha en la que publicó su primer trabajo de investigación en colaboración con el profesor Karl Drucker. Al regresar a Madrid fue nombrado profesor auxiliar de química inorgánica de la Facultad de Farmacia, cargo que ostentó hasta 1927 con algunas intermitencias en su ejercicio. También por esta época inició unos cursos de química-física en el Laboratorio de Investigaciones Físicas de Madrid que resultaron de gran trascendencia.
Una nueva beca le llevó a Zurich en 1912, y más tarde a Ginebra, entre 1915 y 1917, donde trabajó con Philipe Guye y se familiarizó con los métodos fisicoquímicos para la determinación de los pesos atómicos. Sobre esta materia versó la tesis con la que alcanzó el doctorado en ciencias físicas por la Universidad de Ginebra, tras superar las dificultades administrativas que ello supuso. En la Escuela de Química de aquella universidad ejerció como docente en 1916 y 1917, impartiendo un curso sobre técnicas de precisión en el estudio de los gases.
Después de rechazar las propuestas para ocupar las cátedras de química-física en las universidades de Baltimore, Munich y Zurich, volvió a España, donde sólo en 1927 accedería a la cátedra de química inorgánica de la Universidad de Madrid, y ello después de superar las oposiciones. Con anterioridad se había licenciado en ciencias fisicoquímicas en la Universidad de Barcelona en 1920, y nuevamente alcanzó el título de doctor en Madrid en el mismo año. En 1931 fue nombrado jefe de sección del Instituto de Física y Química, lugar en el que ya desde 1915 había realizado gran parte de su labor investigadora. Llevó sus actividades docentes hasta Hispanoamérica, principalmente en el año 1930, e impartió lecciones en Argentina, Uruguay y Cuba que le reportaron un merecido prestigio.
Exiliado en Francia entre 1939 y 1941, prestó sus servicios en el Collége de France de París, y los dos años siguientes estuvo internado en cárceles españolas, donde increíblemente continuó desarrollando sus tareas, como lo prueban los trabajos publicados durante esos años en revistas extranjeras. Moles había sido apartado de sus cargos y nunca fue rehabilitado, por lo que al salir de prisión hubo de emplearse como consejero técnico en unos laboratorios privados, en los que no pudo llevar a cabo sino una investigación menor.
Las investigaciones que dieron mayor prestigio a Moles fueron las relativas a la determinación de pesos atómicos. Según su estimación, sólo el criterio de las densidades límites enunciado por Marcellin Berthelot era capaz de fijar los pesos atómicos y moleculares sobre la base exclusiva de datos experimentales, sin el concurso de hipótesis adicionales. La simplicidad teórica de este planteamiento es evidente, pero la obtención práctica de datos tales como temperatura, presión, pesos o compresibilidad entraña muy graves dificultades cuando se pretenden órdenes de precisión muy exigentes.
En esta materia sobresalió la investigación de Moles: puso a punto técnicas altamente sofisticadas para diversos fines, tales como la desecación de los gases, la determinación de los coeficientes de corrección a introducir como consecuencia de la absorción de los gases por las paredes del vidrio, la corrección para la contracción del vidrio al trabajar en vacío, el empleo de filtros de vidrio prensado para la purificación de los gases y otras muchas técnicas. Moles aplicó sus conocimientos a la determinación del peso atómico de muchos elementos y los valores por él encontrados fueron incorporados con frecuencia a las tablas internacionales.
Una prueba del nivel alcanzado en España en esta materia es que no existía en 1924 una tabla de masas atómicas vigentes por parte de la Comisión Internacional de los Elementos, y la Comisión Española emitió su propio informe, en el que se recogía la bibliografía internacional pertinente y las correcciones propuestas por los investigadores firmantes. Entre éstos, además de Moles, se encontraban Blas Cabrera, José Rodríguez Mourelo y Ángel del Campo. Como reconocimiento de su prestigio internacional, Moles fue nombrado en 1951 para ocupar el cargo de secretario de la Comisión Internacional de Pesos Atómicos de la Unión Internacional de Química.
Entre los estudios dedicados a otras materias cabe destacar los de magnetoquímica, realizados en colaboración con Cabrera, y los estudios sobre disolventes no acuosos, tanto orgánicos como inorgánicos. También tuvieron resonancia los numerosos trabajos relativos a la aditividad de los volúmenes moleculares en compuestos inorgánicos en forma cristalina, en los que llegó a establecer la estructura de los hidratos que más tarde confirmaría Eugen W. Biltz
(París, 1920) Sociólogo francés. Destacan sus aportaciones al estudio de la cultura de masas, especialmente en relación a la estética. Ha publicado, entre otras obras, Comunicación y lenguajes (1962), Sociodinámica de la cultura (1967), Arte y ordenador (1971), La imagen, comunicación funcional (1981)