Químico británico de origen alemán. Hijo de una próspera famillia judía, estudió química en las universidades de Maarburg y Heidelberg, donde trabajó a las órdenes de Bunsen y Kolbe. Emigró a Gran Bretaña en el año 1862, país que le concedió la nacionalidad cinco años más tarde y donde desarrolló su labor en la industria química. En 1973 fundó junto a John Tomlinson Brunner la Mond-Brunner Company, una empresa química donde se dedicaron a mejorar el proceso Solvay para la obtención de cenizas de sosa (carbonato sódico) a partir de cloruro sódico (sal común) y carbonato de calcio
El proceso Solvay requiere también la presencia de amoniaco. Se supone que dicho amoniaco no debería consumirse en el proceso, puesto que no reacciona, pero lo cierto es que siempre existen pérdidas; por ello, Mond estaba muy interesado en encontrar una forma barata de obtener amoniaco. En su afán por encontrar dicho producto a partir de carbón de antracita o hulla, consiguió un gas para la calefacción (gas de Mond) al tratar el carbón con vapor de agua y recoger un 50% del nitrógeno contenido en el carbón en forma de amoniaco
Otro de sus notables aportes a la industria química fue el descubrimiento del carbonilo de níquel, gas que se obtiene por la reacción de monóxido de carbono con níquel metálico. Mond desarrolló un método (proceso Mond) que permitió obtener níquel metal a partir de los minerales que lo contienen. El proceso consiste en hacer pasar monóxido de carbono sobre el mineral molido y fundido y recoger el carbonilo de níquel generado, que más tarde se descompone liberando el níquel metálico. Aleó níquel con un 25% de cobre y un 4% de manganeso para obtener el metal de Mond. En 1891 ingresó en la Real Sociedad de Ciencias. Cabe destacar su afición por coleccionar obras de arte; de hecho, llegó a legar a la National Galery de Londres una importante colección de pinturas italianas
(Ceylon, Minnesota, 1928) Político estadounidense. Vicepresidente de EE UU durante la presidencia de Carter (1976-1984). Destacó en la ayuda al presidente en asuntos exteriores, aunque se vería arrastrado al fracaso por el asunto de los rehenes estadounidenses en Teherán, que provocaría la victoria de Reagan (1984). Volvió a la escena política en 1993, al ser designado por B. Clinton embajador de EE UU en Japón. Abandonó el cargo en 1996 para dedicarse a la abogacía