Político puertorriqueño, artífice de la Operación Manos a la Obra. Nacido accidentalmente en España (sus padres, Teodoro Moscoso y Alejandrina Mora Fajardo, ambos de Ponce, se encontraban de visita en Barcelona), recibió la educación primaria en la ciudad de Nueva York y prosiguió luego sus estudios en la Escuela Superior de Ponce. Ingresó después en la Escuela de Farmacia de Filadelfia, con la esperanza de seguir los pasos de su padre. Después de tres años, se trasladó a la Universidad de Michigan, en la que se graduó en 1932
Teodoro Moscoso
Al regresar a Ponce comenzó a trabajar en el negocio de su padre, las Farmacias Moscoso. Más tarde dejó el negocio familiar para iniciarse en la Autoridad de la Vivienda de Ponce. En medio de la Gran Depresión consiguió un subsidio del gobierno federal de Estados Unidos por dos millones de dólares, con los que ayudó a la construcción de mil hogares en la ciudad de Ponce. Este éxito llamó inmediatamente la atención de altos oficiales del Gobierno
En 1940 Teodoro ingresó al recién fundado Partido Popular Democrático. Sirvió en la Legislatura y ayudó en la visión de la industrialización para Puerto Rico del entonces senador Luis Muñoz Marín. A raíz de los nuevos cambios de agencias y entidades en el Gobierno, se estableció la Compañía de Desarrollo Industrial de Puerto Rico, mejor conocida como Fomento, de la cual Moscoso se convirtió en director ejecutivo en 1942
Tras la elección de Luis Muñoz Marín como gobernador en 1948, Moscoso pasó a desarrollar la Operación Manos a la Obra, programa concebido, promocionado e implementado por él. Se trataba de un ambicioso proyecto que en su tiempo proveyó las bases para que Puerto Rico se transformara de una sociedad agrícola en una altamente industrializada. Moscoso tuvo un éxito sin precedentes a la hora de atraer inversiones de capital del mundo entero. Entre 1950 y 1970 Puerto Rico se convirtió en el "milagro del Caribe" debido al rápido progreso económico, hasta el punto de que la publicación The Economist se expresó en los siguientes términos: "un siglo de desarrollo económico... logrado en una década"
En mayo de 1961, el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, le nombró embajador en Venezuela, para luego, en noviembre del mismo año, nombrarle coordinador de la Alianza para el Progreso. Tras el asesinato de Kennedy, Moscoso regresó a su país. En 1966 dirigió la Commonwealth Oil Refining Co., mejor conocida como CORCO. De 1973 a 1976 estuvo nuevamente a cargo de Fomento
(Henry Gwyn-Jeffreys Moseley; Weymouth, 1887 - Gallípoli, 1915) Físico inglés que demostró la relación entre el número atómico y la carga nuclear de los elementos, llamada en su honor Ley de Moseley. Procedente de una familia de científicos, realizó sus estudios en Oxford, donde obtuvo su título en 1910. Rutherford lo acogió bajo su tutela en Manchester; pero tan sólo estuvo dos años con él y volvió a Oxford.
Un año después, en 1914, ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, marchó a Australia, y se alistó en el Royal Engineers como oficial de transmisiones. Moseley fue una de las muchas víctimas de la catástrofe. Encontró la muerte durante la campaña de Gallipoli, en el desembarco de la bahía de Suvla Bay, al recibir un disparo en la cabeza que le asestó un turco emboscado.
Moseley centró su actividad en el estudio de los rayos X, utilizando para ello los trabajos que sobre dichas radiaciones habían hecho otros científicos como Bragg y Von Laue, en los que habían demostrado, respectivamente, que los rayos procedían de los metales usados como anticátodo en los tubos de rayos X, y que las frecuencias de estos rayos podían ser calculadas por una técnica de difracción cristalográfica.
En 1913, el joven Moseley, que conocía este último método, se hallaba en Manchester intentando hallar la medición exacta de las longitudes de onda de los rayos X, pero prefería servirse de cristales, en lugar de rejillas de refracción, para producir una deflexión de los rayos dependiente de la longitud de onda. Probó con más de treinta metales -que incluían desde el aluminio al oro- como anticátodos, descubriendo que las ondas de rayos X variaban regularmente de posición al pasar de un elemento a otro, pero siempre siguiendo el orden que ocupaban en la tabla periódica.
Este patrón de variación le permitió establecer que el número que marca la posición de un elemento, en una serie ordenada, es el mismo que da la carga eléctrica del núcleo, es decir, que la carga nuclear era igual al denominado por el propio Moseley número atómico. La veracidad de estas teorías significaba poder determinar la carga nuclear de cualquier elemento, al igual que el número de electrones de su átomo, con sólo mirar el lugar que ocupaba en la lista.
El punto oscuro de la teoría, la ausencia de seis elementos en la tabla periódica, pronto se subsanó ya que se descubrieron estos elementos desconocidos. La relación existente entre la frecuencia de los rayos X y su número atómico fue bautizada como Ley de Moseley.