Físico suizo. Tras doctorarse en el Instituto Federal de Tecnología de Suiza en 1958, ocupó el cargo de profesor en la Universidad de Zurich. Desde 1963 colaboró con el área de investigaciones de la IBM en el laboratorio de Zurich, especialmente en el ámbito de los superconductores. En 1986, Karl Müller y J. Georg Bednorz descubrieron que ciertos materiales (en particular, óxidos) elevaban notablemente la temperatura de transición superconductora y la alejaban del cero absoluto, en cuya proximidad se movía hasta entonces. Müller y Bednorz fueron los primeros investigadores que lograron la superconductividad a temperaturas de -283°C gracias al uso de estos materiales cerámicos (óxidos) en lugar de aleaciones metálicas. Ello hizo posible un gran número de aplicaciones industriales, entre las que se encuentra la futura transmisión de energía eléctrica en gran escala. En 1987 recibió el Premio Nobel de Física, compartido con Bednorz
(Olten, 1899 - Basilea, 1965) Químico suizo. Estudió en la Universidad de Basilea, donde se doctoró en 1925. La mayor parte de su vida profesional estuvo al servicio de la compañía química de J. R. Geigy. Desde 1935 se dedicó a buscar un insecticida de acción rápida y persistente pero inocuo para las plantas y los animales de sangre caliente. En 1940 patentó un insecticida basado en un compuesto químico que había sido sintetizado por primera vez en 1873. Se trataba del diclorodifeniltriclorometano, más conocido como DDT; su producción era sencilla y de bajo coste. Su efectividad demostró ser muy notable y logró terminar con los piojos transmisores de la fiebre tifoidea. Fue muy utilizado a lo largo de veinte años, pero comenzó a perder crédito cuando se detectaron algunas especies de insectos resistentes. También se descubrió que era dañino para ciertos animales. A partir de 1960 fue prohibido su uso en algunos países. En 1948 recibió el premio Nobel de Fisiología y Medicina